El mayor riesgo de autismo ha sido atribuido a los genes heredados, pero ahora uno de los estudios más numerosos sobre mellizos y autismo centran la atención en el útero, indicando que la edad y salud de la madre pueden desempeñar un papel más importante que el que se suponía.
La nueva investigación no resuelve el misterio de la causa del autismo. La mayoría de los científicos creen que se debe a genes defectuosos y factores externos y como los trastornos del espectro del autismo incluyen una amplia gama de condiciones, de leves a severas, es improbable que todas ellas se deban a una sola causa.
Las condiciones durante el embarazo podrían desencadenar el autismo en casos de vulnerabilidad genética, dijo el doctor Gary Goldstein, del Instituto Kennedy Krieger en Baltimore, que no participó en el estudio.
«Hemos identificado muchos genes de vulnerabilidad, pero no todos los que lo tienen contraen autismo», agregó.
El nuevo estudio sobre mellizos, que publicó el lunes la revista Archives of General Psychiatry, usó métodos rigurosos para diagnosticar trastornos del espectro del autismo, incluso la observación directa de los niños.
El estudio, que emplea registros de salud de California, es el más numeroso que ataca el tema y el primero que considera una muestra amplia de mellizos extraída de la población general, afirmó el autor central, doctor Joachim Hallmayer, de la Universidad de Stanford, en Palo Alto, California.
Los niños con autismo pueden tener dificultades para comunicarse e interactuar socialmente. Podrían tener escaso contacto visual y repetir comportamientos como mecerse o sacudir las manos. Uno de cada cien niños tiene trastornos de autismo, según cálculos del gobierno.
El nuevo estudio incluyó 192 pares de mellizos en los que por lo menos uno de ellos estaba afectado de autismo.