¿Feliz año 2014?


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Y se llegó al fin de año, uno más en el que la mayor parte de la población vivió con las mismas carencias y necesidades que viene arrastrando desde hace varios cientos de años; y no me refiero con exclusividad al sector campesino, lo digo también por la masa obrera, los asalariados del Estado, los casi siempre explotados empleados del sector privado y los millones de personas que subsisten ejerciendo la economía informal.

Fernando Mollinedo


Lo anterior no significa que sea pesimista; digo la verdad tal y como la veo en mi realidad inmediata; sin embargo, no es una generalización imperfecta del pesimismo puesto que, toda regla tiene su excepción y es de reconocer la labor de algunos poquitísimos empresarios y autoridades conscientes con las necesidades de la clase trabajadora.

Tampoco sirve el presente artículo para desear a las/os amables lectoras/es un año nuevo lleno de ventura, paz, concordia, felicidad que están lejos de aparecer en sus vidas debido a la realidad económica, política, social, y sobre todo administrativa del Estado de Guatemala, viendo indiferentes el latrocinio impúdico e impune de los bienes del Estado; contrario sensu, les deseo e insto a buscar y/o encontrar mejores oportunidades de trabajo, superación personal, enjundia, vigor y ánimo para generar un cambio personal que les lleve a mejorar su sistema, clase o modo de vida y con ello cambiar las bases, fundamentos, formas de ser de la vida en este país.

La participación política es básica para promover los cambios que consideremos necesarios en el andamiaje legal, administrativo y financiero del Estado y sus diferentes entidades autónomas y semi autónomas; por ello invito a las personas para que sin miedo al “¿qué dirán?” se involucren en las actividades políticas de las diferentes organizaciones y principien a conocer la verdadera realidad de vida en que estamos inmersos. 

Como pesimista escribiría sobre la administración gubernamental que no ha querido o no ha podido desafiar las órdenes de sus amos para cambiar en ministerios, secretarías, direcciones generales y portuarias; los deportados,  delincuencia, otorgamiento de licencias de explotación minera, hídrica y petrolera, el continuo abuso de los/as funcionarios/as de gobierno con el gasto del erario público, el enriquecimiento ilícito de los asaltantes del poder vía elecciones, los alcaldes ladrones y sus fideicomisos, todos riéndose en nuestra cara de las reglas de la “democracia”.   

También podría escribir y/o criticar acerca del TSUNAMI OFICIAL Y PRIVADO en contra de la LIBRE EMISIÓN DEL PENSAMIENTO; pues desde la época de los primeros periódicos en el país, las opiniones encontradas polarizaron a la población sin que hasta el momento se haya buscado y/o encontrado un justo medio para la convivencia pacífica; porque quienes ostentan el poder ejecutivo, judicial, legislativo, municipal, cámaras empresariales, políticos y financistas de campañas electorales, lo utilizan para desnaturalizar la ley y ponerla al servicio de los gobernantes de turno de manera abyecta y servil.  
Estos últimos, no soportan el escrutinio público, creen que son los dueños de la institución y por lo tanto en su ejercicio de poder prevalece la arbitrariedad y seleccionan como empleados a gente leal antes que capaz, no por ser los mejores pues su docilidad y abyección no representan ni hoy ni en un futuro un posible desafío a las órdenes del jefe, cacique, director, secretario, alcalde, gobernadores, vice o presidentes de turno.

¿Y no es cierto pues, que con esa clase de jefes y autoridades, la vida seguirá siendo “igual a la del año pasado”?, por ello, le deseo para el año 2014 superación personal, participación política, salud y trabajo.