¿Existe un plan de fortalecimiento institucional y dignificación para 38 mil policías?


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El presidente Otto Pérez Molina y el ministro de Gobernación (Mingob) Mauricio López Bonilla anunciaron la intención de finalizar su administración, en 2015, hasta con 38 mil policías, para fortalecer la seguridad.

POR MARIELA CASTAÑÓN
mcastanon@lahora.com.gt

Sin embargo, analistas y profesionales consideran que es necesario prever esta estimación de forma integral y responsable para dignificar y fortalecer a la Policía, pues hasta hoy los efectivos trabajan en condiciones precarias y sin la preparación suficiente para cumplir con su labor.

Hoy la Policía Nacional Civil (PNC) cuenta con más de 26 mil 300 elementos trabajando desde diferentes áreas en la seguridad de Guatemala, país con una extensión territorial de más de 108 mil 880 kilómetros cuadrados.

El escaso número de agentes ha sido la principal preocupación de los últimos gobiernos que se han dedicado a graduar a nuevos policías, pero aunque la institución crece en número no mejora en materia de institucionalidad, pues la mayoría de efectivos debe cumplir con su tarea en condiciones precarias y sin los recursos mínimos.

Recientemente trascendió que no todos los policías tienen armas de fuego para combatir a la delincuencia y al crimen organizado, por lo que deben rotarse la munición y las pistolas en las subestaciones.

También se conoció que los policías debían alimentarse durante las labores de comisión con comida poco nutritiva y de mala calidad comprada a la Industria Militar.

A eso se suma que en varias de las subestaciones –la mayoría son rentadas– los agentes están hacinados y deben vivir en condiciones insalubres.

La historia no varía con los cambios de gobierno y presidentes, que han justificado esta situación aduciendo que por varios años se abandonó la institución policial, pero que no marcan la diferencia para mejorar la PNC.

La Policía aún es calificada como una de las instituciones más corruptas ante los ojos de los guatemaltecos derivado de que algunos de los elementos que integran esta institución se han involucrado en hechos al margen de la ley, sin embargo, según profesionales de diversas instituciones, la falta de dignificación y fortalecimiento inciden en que algunos elementos sean captados por grupos del crimen organizado.

38 MIL POLICÍAS

Recientemente, las autoridades de Gobierno anunciaron que ahora la intención es graduar a 38 mil policías –inicialmente se había estimado 35 mil– para fortalecer la seguridad del país; pero, ¿existe un plan integral de dignificación y fortalecimiento?

Según los expertos consultados, además de prever un número mayor de agentes, el Ejecutivo también debe tener una visión en la infraestructura, condiciones de vida, salarios y dignificación policial.

Néstor López, analista del Centro de Investigaciones Económicas Nacionales (CIEN), reitera que la dignificación es uno de los factores que debe prevalecer antes de pensar en incrementar el número de policías.

“Nosotros en el CIEN apostamos mucho por el tema de la dignificación del policía que pasa por darle todo el soporte profesional, ofrecerle la mayor cantidad de recursos para su trabajo y obviamente pasa por una capacitación técnica; la mayoría de policías son agentes y no tienen una carrera académica”, explica el profesional.

López admite que la cantidad de PNC es importante, pero lo es aún más la calidad, y es ahí donde las autoridades deben concentrarse al momento de planificar la evolución de la institución.

“Podemos tener la mayor cantidad de policías, pero si no saben para qué están, no nos van a servir de mucho.  Aunque los índices delincuenciales se han mantenido en los últimos tres años, es importante considerar la cantidad, claro está, pero no tenemos que menospreciar la calidad; es comparar la ecuación cantidad y calidad”, dijo.

La excomisionada para la Reforma Policial Helen Mack dice que el Estado debe tener una visión clara de qué hará con los 38 mil policías, pues esta meta requiere de un plan claro y estructurado.

“Si están planificando llegar a 35 mil o 38 mil policías también tienen que pensar en una planificación en infraestructura, dónde los van ubicar para dormir o hacia dónde los van a trasladar; toda la logística que debe estar pensada de cómo se van a movilizar, cómo se van a comunicar, eso es cuando salgan egresados los policías”, refiere Mack.

La excomisionada dijo que deben existir mandos medios que dirijan diversas acciones, ya que recientemente el titular de la cartera del Interior explicó que había un déficit del 25 por ciento.

“Junto con esas graduaciones de agentes, en esa misma proporción se tiene que graduar oficialidad; en este caso subinspectores, oficiales, subcomisarios, comisarios, todo eso tiene que responder a una planificación para no terminar de torcer más la pirámide jerárquica”, indicó.

La profesional dijo que los cambios en la cúpula policial inciden en la institucionalidad de la PNC, por eso se debe estabilizar este tema.

“Los cambios inciden porque no hay estabilidad en los mandos, insisto que en el Plan de la Reforma una de las cosas que destacábamos era la estabilización en los mandos de la Policía y era a través de la escala jerárquica. El otro tema es que la cúpula policial tiene que estar en la línea de los planes porque de lo contrario, es ahí donde empieza a cambiar todo”, indicó Mack.

A un año y medio del gobierno de Pérez Molina ya hubo el primer cambio de la cúpula policial, Gerzon Oliva y Lizardo Estrada, director y director adjunto, respectivamente, quienes fueron removidos del puesto.

Esto se decidió después de que Oliva denunciara el abandono de la Policía y el déficit de armas durante una citación de diputados de oposición.

Durante la administración del presidente Álvaro Colom los cambios fueron diversos: Agustín Mendoza y Henry López, director y director adjunto respectivamente; Marlene Blanco Lapola –detenida por su vinculación con muertes extrajudiciales– y Rember Larios; Porfirio Pérez Paniagua –enfrentó juicio por robo de droga– y Rolando Mendoza; Baltazar Gómez –detenido por tumbe de droga– y Werner Leal.

Jaime Leonel Otzín terminó su gestión al concluir el gobierno de Colom.

IMAGEN SE CONSTRUYE EN CORRUPCIÓN

Marco Antonio Garavito, director de la Liga de Higiene Mental, opina que la imagen de la Policía se ha construido históricamente en que es corrupta.

“Cuando hay una iniciativa para el mejoramiento del salario, algunas autoridades de Gobernación sobre todo dicen casi degradando la actitud del policía, que el aumento de salario no es porque se lo merecen, no por su función importante dentro de la sociedad sino que hay que pagarles mejor para que no ‘muerdan’ tanto al ciudadano”, indica.

Garavito explica que cuando una imagen se construye a partir de la versión de una persona que pertenece a una institución determinada,  se asume como si fuera verdad, aunque no lo sea.

“Hay un ‘asumir’; esa parte corrupta va creando identidad a los ojos de la sociedad que nunca ha sido buena, pero también va creando una identidad en el propio policía.  Ellos dirán ‘si me dicen que soy corrupto, que pertenezco una institución corrupta, lo más lógico será que por una identidad hacinada yo me vuelva corrupto’ ”, explica.

Por otro lado el psicólogo agrega que históricamente la institución policial ha sido corrompida y nunca ha gozado de su propia autonomía.

“La Policía ha sido una institución corrompida que ha sido utilizada como un recurso de otras instancias del Estado para otros fines; durante todos los años previos fue una estructura militarizada dependiente de la militarización de este país, eso no ha permitido que haya un desarrollo autónomo, civil, no militar, de sus funciones”, indica.

En el tema de que existe más credibilidad para el Ejército que para la Policía, el entrevistado dice que esto incluso podría responder a una intención evidente de autoridades o instituciones para que la gente solicite a las fuerzas castrenses y no a la PNC, por lo tanto los recursos serán destinados al Ejército, que difícilmente será fiscalizado.

Mack y Garavito ejemplifican que el abastecimiento de combustible para vehículos del Ejército –que participan en proyectos de seguridad ciudadana– proviene de los recursos económicos del Ministerio de Gobernación, cuando no debería ser así.

Adela Camacho de Torrebiarte, actual comisionada para la Reforma Policial, lo admitió; pero destacó la importancia de que la Policía gane su espacio. “Se apoya en la seguridad ciudadana con combustible, si se apoya desde hace mucho tiempo, la Policía tiene que ir llenando los vacíos que hay; pero sí se invierte plata por parte del Ministerio de Gobernación”, refirió.

La funcionaria dijo al momento de ser entrevistada que desconocía el dato de cuánto se invertía en gasolina para el Ejército, pero se mostró anuente a ofrecer esa información.

LOGROS ALCANZADOS

De Torrebiarte enumeró algunos de los avances que se han implementado en la Reforma Policial, entre estos la creación de la Escuela de Oficiales, el diplomado de ascenso y la constante profesionalización de los policías, la apertura de dos academias en Cuilapa y Huehuetenango, la creación de la plataforma tecnológica, el levantamiento del inventario de 172 sedes (donde se identificaron las necesidades básicas y lo óptimo), la mejora de los controles internos y la dotación de internet en varias sedes policiales.

La Comisionada fue consultada sobre si existe un plan integral de apoyo para los 38 mil policías con los que espera terminar la administración de Pérez Molina y respondió que sí.

“Estamos trabajando con la Jefatura de Planificación Estratégica y Desarrollo (Jepedi) que es el cerebro de la Policía que tiene que recibir los insumos y planificar a diez años, por ejemplo.  Usted tiene razón, por supuesto, si pensamos en más policías necesitamos armamento, salarios, sedes a donde nos vamos a desplegar, estamos generado todo el sistema para que sea una planificación continua”, indica la representante del Gobierno.

La entrevistada dijo que es un reto pensar e implementar los procesos de dignificación y mejoras de los policías actuales y los futuros, más para ello hay que planificarlo con anticipación.

De Torrebiarte concluyó en que en el tiempo que ha trabajado para la Reforma Policial lo ha hecho con compromiso, y por ello se califica con ocho  puntos sobre diez.

“Me autoevalúo con mucho compromiso, se está haciendo un buen trabajo más de fondo, se van a ver los resultados en términos operativos en cuanto empiece esta maquinaria de capacitación y profesionalización a funcionar, cuando se implemente el nuevo Reglamento Disciplinario donde tanto los policías como los civiles van a estar bajo el mismo reglamento disciplinario. De uno a diez me doy ocho”, reiteró.

“Nosotros en el CIEN apostamos mucho por el tema de la dignificación del policía que pasa por darle todo el soporte profesional, ofrecerle la mayor cantidad de recursos para su trabajo y obviamente pasa por una capacitación técnica; la mayoría de policías son agentes y no tienen una carrera académica”.
Néstor López
Centro de Investigaciones Económicas Nacionales