Estar ubicado entre dos océanos es uno de los tantos factores que convierten a Guatemala en un país vulnerable. La historia registra el paso de varios fenómenos naturales que han cobrado la vida de miles de guatemaltecos y afectado a otros millones más. El denominador común de estos sucesos es que los damnificados siguen sin recibir esa ayuda que permita rehacer su vida en una sociedad que por la pobreza no tiene accesibilidad a los seguros.

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Dirigente advierte que una mala reconstrucción acrecienta la posibilidad de aumentar los asentamientos
A los hechos naturales del pasado las víctimas se han quejado que al principio recibieron mucha ayuda materializada en víveres, refugios temporales y ayuda psicológica, pero les hizo falta la reconstrucción, que se utilizó en su mayoría como una fuente para hacer negocio y no obra en beneficio de la gente. Pasada la fiebre de la tragedia, los afectados vuelven a quedar en el olvido y en peores condiciones, porque además de contar con escasez de alimentos y recursos, generalmente deben sobrevivir sin techo para vivir o comerciar.
¿Seguirá San Marcos la misma ruta, o la historia será diferente? “Perdí mi casa con el terremoto, por lo que pido a las autoridades programas de ayuda para viudas, ya que no soy la única que perdió todo” lamenta Julia López, una señora que pasa de los 50 años y que fue víctima del sismo que azotó al país el 7 de noviembre pasado. Pese al duro golpe que recibió al ser testigo de la caída de su vivienda, no se da por vencida y busca ayuda para salir de esta situación. Espera que el ofrecimiento de las autoridades no quede en palabras.
Este es uno de los tantos testimonios que existen de personas que fueron afectadas por un fenómeno natural. En el caso de Doña Julia, el terremoto la convirtió en una víctima más con pocas posibilidades de recuperarse, porque así como ella hay miles de personas que al perder lo que tienen corren el riesgo de no poderlo recuperar, debido a que a duras penas tienen para vivir.
El informe realizado por la Comisión Legislativa de Reconstrucción sobre los trabajos realizados en los departamentos afectados por el terremoto confirma que los daños son severos y los afectados se cuentan por miles.
El documento detalla el daño que persiste en el departamento de San Marcos, el cual se pudo constatar con la recopilación de información, visitas de campo y citaciones realizadas: “la ayuda humanitaria reportada al inicio fue eficiente en atención a las poblaciones. Según testimonios recopilados en diversas locaciones, al inicio el alimento llegaba a diario; sin embargo las raciones son sumamente limitadas. Esta situación atenúa el riesgo de seguridad alimentaria”, reza el documento
A lo anterior se deben sumar los grandes problemas de infraestructura que representó el terremoto. Para el presidente de la sala de trabajo, Edgar Ajcip, es necesario que el Estado cuente con los recursos necesarios para atender a la población vulnerable. Recordó que existe un proyecto de ley dictaminado desde hace meses, que establece un fondo de emergencia de Q800 millones.
“Los recursos deben incluirse en los presupuestos de la Nación, se debe destinar para situaciones de desastres, terremotos, huracanes, de manera que el país esté preparado y que nuestra población no sufra este tipo de desastres” acota el diputado.
Para Roly Escobar, del Movimiento de Pobladores en Asentamientos, la voluntad de ayudar debe ir de la mano de los recursos, ya que las autoridades parecen olvidar a los afectados conforme el tiempo vaya pasando.
“Al principio es como una bomba propagandística de intereses partidarios; hoy todos los partidos han estado metidos en esa dinámica y el que está en el gobierno aprovecha el espacio. Los damnificados son todos; hay casos donde un alcalde que pertenece al partido oficial ayuda, pero a sus beneficiarios, aunque a la gente que no tiene nada que ver siempre son los últimos” resalta.
Considera que el tema debe atenderse, pues de lo contrario una de las consecuencias será el aumento de los asentamientos. “Tenemos entendido que hay 580 asentamientos, la mayoría se encuentra en el departamento de Guatemala. Se calcula que unas 800 mil familias viven en asentamientos” resalta Escobar.
Ajcip considera que la falta de cultura de atención y prevención son factores que influyen y a los que se suma la falta de implementación de planes de reconstrucción serios y viables que cuenten con el soporte económico. “Solo se elaboran bonitos documentos, pero en su implementación siempre hemos fallado. Si revisamos el caso del huracán Mitch en 1998, hubo muchas comunidades que no se logró reconstruir totalmente; ahora ocurre lo mismo con el terremoto. Vamos a ver los albergues y la población sigue sin ser atendida, sin solución de vivienda y alimentación; parece que la ayuda disminuye”.
UN PAÍS CON RIESGOS PERMANENTES
“Los desastres naturales tienen un alto costo para el desarrollo de muchos países e intensifican la pobreza y la desigualdad en las regiones afectadas. Por su ubicación geográfica, Guatemala es muy vulnerable a los terremotos y maremotos. Muchos lugares a lo largo del país son también proclives a inundaciones con todos los problemas económicos, sociales y ambientales que causan estos desastres naturales” reza un documento emitido por el Programa de Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD) relacionado a la prevención y recuperación de crisis.
El Secretario de la Coordinadora Nacional de Desastres Naturales (Conred), Alejandro Maldonado, respalda lo escrito por PNUD, explicando que somos un país sísmico porque estamos en la frontera de tres placas tectónicas; los fenómenos hidrometeorológicos (lluvias, huracanes) representan una amenaza permanente. “Somos el país más vulnerable ante los efectos del cambio climático” señala el funcionario.
De manera que la amenaza es permanente; pese a ello, las acciones deben enfocarse a la prevención. La Conred cuenta con un presupuesto de Q49 millones, los cuales resultan insuficientes, ya que no se pueden atender los proyectos que ayudarían a disminuir los riesgos.
“La cantidad es insuficiente para implementar y mantener un sistema de alerta temprana porque no es solo de crearlo y dejarlo tirado, eso tiene que tener un mantenimiento permanente y no es solo de ir a colocar sensores sino también es de ir a capacitar a los pobladores, y todo eso requiere recursos” resalta.
Para el funcionario, solo se recuerdan de la entidad cuando ocurren los desastres cuando lo ideal es destinar recursos a la inversión. “Nadie voltea a ver a Conred, ni siquiera se preocupan por el presupuesto para la gestión integral para la reducción de riesgos cuando no hay desastres; se acaba el interés cuando pasan meses después del fenómeno. ‘Ya regresamos a la normalidad’ es lo que dicen, ya se pudo controlar la situación y ya no discuten el tema” lamentó.
No obstante pareciera que muchos están conscientes de los errores que deben enmendarse para que los desastres no afecten a tantas personas y que en caso se den podamos llevar a cabo una reconstrucción efectiva. La falta de voluntad política y la indiferencia que nos embarga no ha permitido implementar proyectos de corto, mediano y largo plazo. Mientras esta situación persista, los fenómenos naturales seguirán afectando a la población, que en su mayoría vive en condiciones de pobreza y pobreza extrema.
* Con información de Ana González.
Vulnerabilidades
Algunas de las vulnerabilidades del país, según Conred
Vulnerabilidad geográfica: Se necesitan planes de ordenamiento territorial.
Vulnerabilidad en la construcción: No es recomendable construir con adobe.
Vulnerabilidad económica: La mayoría de la población vive en condiciones de pobreza.
Vulnerabilidad cultural: No hay cultura de prevención, por ejemplo se tira la basura en la calle.
Los desastres registrados
en los últimos años
La población guatemalteca ha sido fuertemente golpeada por desastres naturales. La ubicación que tiene entre dos océanos la expone a fenómenos climáticos causantes de sequías, inundaciones, deslaves y derrumbes.
En los últimos quince años, cinco hechos han marcado la historia del país: huracán Mitch, tormenta Stan, tormenta Agatha y la erupción del volcán de Pacaya, así como el terremoto que afectó a ocho departamentos en noviembre pasado.
Huracán Mitch: Se estima que el fenómeno registrado en 1998 afectó a casi 750 mil personas. Se registraron 268 muertes y un número similar de heridos. La población más pobre fue la más afectada, ya que no contaban con alimentos ni vivienda
Tormenta Stan: El fenómeno golpeó a la población guatemalteca en el 2005. Se registraron más de un centenar de víctimas mortales, unas cuarenta mil personas afectadas, un número indeterminado de personas desaparecidas y cerca de 200 comunidades que sufrieron serios daños en las viviendas y su infraestructura.
Tormenta Agatha y la erupción del volcán de pacaya: La tormenta afectó a una gran población. Datos oficiales registran el fallecimiento de unas 165 personas y miles de afectados. El impacto del fenómeno provocó la erupción del volcán de Pacaya que cobro la vida de nueve personas. Esta situación provocó que el gobierno solicitara el Estatus de Protección Temporal (EPS).
Terremoto: El sismo se registró el 7 de noviembre pasado y fue sensible en ocho departamentos del país. Provocó la muerte de 44 personas y 25 damnificados. Lo que ocasionó que las autoridades decretaran estado de calamidad; hace días se decidió ampliarlo por 30 días más. Solo queda pendiente la ratificación por parte del Congreso.
Roly Escobar
Movimiento de Pobladores en Asentamientos
millones de quetzales
Presupuesto requerido por la Conred, es decir, Q71 millones más que los asignados este año.
800
familias
Viven en asentamientos según el Movimiento de Pobladores de Asentamientos.