¿Dónde están los lí­deres?


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Hoy deseo compartir con todos ustedes un tema que ha estado rondando mi mente desde hace algún tiempo y es que, estamos en lo más candente de la campaña electoral y ante la numerosa y variada oferta de candidatos para los diferentes puestos de elección popular, es lamentable observar que no existe entre ellos, ninguno que provoque en los electores una atracción significativa, basada por supuesto, en sus capacidades, trayectoria, valores, carisma y resultados y no únicamente apoyados por campañas publicitarias millonarias.

José Mario Labbé*
jomalabbe@gmail.com

Desde hace muchos años, posiblemente demasiados, seguimos viendo las mismas caras de siempre, observamos que los partidos se han convertido en feudos familiares o fraternales en los cuales grupos de parientes y de amigos han encontrado una sencilla manera de acceder a los puestos de poder y de esta manera desarrollar su modo de vida. Surgen jóvenes cuya única propuesta visible es que son jóvenes y no se vislumbra por ningún lado ese hombre o mujer que a través de su liderazgo se perfile como una opción para tomar en cuenta. En las empresas, suceden cosas muy similares, gerentes, que más parecen capataces, tomando el control de los puestos de eminencia, ocupando los más altos niveles de la jerarquí­a empresarial y abajo un grupo de profesionales, técnicos y obreros que no se han concedido a sí­ mismos, desarrollar todo su potencial de lí­deres y han permitido que sean otros los que proponen y los que determinan las acciones a seguir. Por último, sucede en la vida personal. Hombres y mujeres sin visión, sin objetivos, sin planes, sin tomar el control de sus vidas, sobreviviendo en lugar de vivir, dejando que las circunstancias y los eventos que toman lugar, determinen sus actitudes y los caminos a seguir; que las personas que los rodean ejerzan influencia en las decisiones que toman y en los actos que realizan.
Nos encontramos ante una nueva era, el mundo ya no necesita personas comunes, personas ordinarias; el mundo necesita personas extraordinarias, que estén dispuestas a tomar el liderazgo en su vida, en las empresas y en los paí­ses, personas capaces de buscar el bien común ejerciendo una influencia positiva en todos aquellos que les rodean, personas capaces de tomar las decisiones correctas y no solo las agradables, con una visión y objetivos claros, que apasionen y motiven a sus seguidores, hombres y mujeres dispuestos a marcar una diferencia. En el momento que cada uno esté dispuesto a cambiar, cambiará su entorno y transformará a las personas que le rodean, lo único que se necesita es valentí­a y tomar la decisión. Recuerde, los ganadores dan resultados, los perdedores dan explicaciones. Sea efectivo. í‰xito en todo.

*Asesor en efectividad y alto desempeño