Cuando escudriñamos, analizamos y razonamos la Palabra de Dios, aprendemos la Verdad. Juan 8:31-32 dice: 31 “Dijo entonces Jesús a los judíos que habían creído en él: Si vosotros permaneciereis en mi palabra, seréis verdaderamente mis discípulos; 32 y conoceréis la verdad, y la verdad os hará libres.” Reina-Valera 1960. La verdad está en la Palabra de Yahvé o Jehová.
Generalmente las imágenes son representaciones de personas o cosas. Podemos pensar en fotografías, esculturas, dibujos y cualquier otro tipo de grafía que tenga una representación. Hay imágenes que son objeto de adoración en diversas religiones antiguas y modernas. Cuando una imagen es objeto de adoración es un ídolo. Wikipedia o Enciclopedia Libre nos dice: “Dado que la adoración es la actitud de obediencia, el servir, el ´hacer la voluntad de la divinidad´, idolatría sería regir la vida en base a los dictados de un ser humano o un bien material al que se ´diviniza´.”
“Usualmente pensamos que la idolatría eran aquellas prácticas de culto antiguas, que actualmente aparecen como propias de “pueblos atrasados”. Pero es mucho más que eso. Sobre todo si se tiene en cuenta que en aquellos tiempos aceptar una religión significaba “aceptar un modo de vida”. La religión marcaba los límites cosmológicos, sociales e ideológicos; guiaba el comportamiento de cada cultura. La adoración verdadera era (y es) un estilo de vida, no un evento o una actividad.”
La palabra de Dios, Yahvé o Jehová es muy clara respecto a la idolatría y la abomina y prohíbe en toda la Biblia: Éxodo, en su capítulo 20 nos da una orden fulminante: 20:4 “No te harás imagen, ni ninguna semejanza de lo que esté arriba en el cielo, ni abajo en la tierra, ni en las aguas debajo de la tierra. 20:5 No te inclinarás a ellas, ni las honrarás; porque yo soy Jehová tu Dios, fuerte, celoso, que visito la maldad de los padres sobre los hijos hasta la tercera y cuarta generación de los que me aborrecen, 20:6 y hago misericordia a millares, a los que me aman y guardan mis mandamientos.” (Reina-Valera 1960.)
En Levítico, en su Capítulo 26, nuestro Padre celestial nos advierte: 26:1 “No haréis para vosotros ídolos, ni escultura, ni os levantaréis estatua, ni pondréis en vuestra tierra piedra pintada para inclinaros a ella; porque yo soy Jehová vuestro Dios”. (Reina-Valera 1960.)
Pablo nos expresa en 2ª. de Corintios 6:16: “¿Y qué acuerdo hay entre el templo de Dios y los ídolos? Porque vosotros sois el templo del Dios viviente, como Dios dijo: Habitaré y andaré entre ellos, Y seré su Dios, Y ellos serán mi pueblo.”
En 1ª. de Juan 5:21 se nos señala tajantemente: “Hijitos, guardaos de los ídolos. Amén.”
Salomón, el hombre más sabio que ha existido aparte de Jesús, en su Salmo 115 enunció lo siguiente: 115:4 “Los ídolos de ellos son plata y oro, Obra de manos de hombres.115:5 Tienen boca, mas no hablan; Tienen ojos, mas no ven; 115:6 Orejas tienen, mas no oyen; Tienen narices, mas no huelen; 115:7 Manos tienen, mas no palpan; Tienen pies, mas no andan; No hablan con su garganta. 115:8 Semejantes a ellos son los que los hacen, Y cualquiera que confía en ellos. 115:9 Oh Israel, confía en Jehová; Él es tu ayuda y tu escudo.”
Por medio de Isaías, Yahvé o Jehová nos dice: 42:8 “Yo Jehová; este es mi nombre; y a otro no daré mi gloria, ni mi alabanza a esculturas.”
Guatemala es un pueblo idólatra desobedeciendo clara y abiertamente la Palabra de Dios. ¿Cómo podemos, entonces, pedir Su bendición?