Identidad Nacional, debe construirse


El jueves 23 del mes pasado se realizó en la Universidad Landí­var un foro sobre el tema de la Identidad Nacional, en el que el antropólogo y sociólogo doctor Jorge Murga Armas, destacado cientí­fico social, investigador del Instituto de Investigaciones Económicas y Sociales (IIES), de la Facultad de Economí­a de la Usac, abordó ese importante problema nacional.

Alfonso Bauer

Planteó:

1°.- Que la identidad es historia, representación y estrategia. Es historia, porque siempre los rasgos culturales propios de un grupo étnico llevan la marca de la historia. Es representación, porque tanto los individuos como los grupos sociales, conforme el medio social y natural, en que viven construyen formas especí­ficas de percepción de sí­ mismos, así­ como modalidades propias de concebir la divinidad y formas especificas de relación humana con la naturaleza y modo de apropiación de los recursos naturales y, además, de relación con los demás. Y es estrategia, porque la percepción que los seres humanos tienen de sí­ mismos y de los demás, condiciona los comportamientos y las formas de relación de los individuos y grupos sociales, sus lógicas de acción y sus objetivos.

2°- En términos generales, las personas -según sea su identidad-étnica-poseen formas distintas de percepción de sí­ mismas de los demás, de la sociedad, de la divinidad y del entorno natural. En consecuencia, en una sociedad donde existen múltiples identidades étnicas, no puede existir una única forma de concebir la identidad nacional. Al menos no de manera idéntica.

(Yo comento: tal es el caso de Guatemala)

Y Murga afirma: de suerte que en Guatemala, paí­s multiétnico y multicultural, construir la identidad nacional que represente a cada uno de sus componentes implica identificar lo que es común a todos, con independencia de los rasgos culturales de cada grupo étnico.

Comentario mí­o: En Guatemala, los rasgos comunes a todos son de í­ndole superficial y no esenciales, tales como: a) el ser nacidos en Guatemala; b) el pertenecer a una determinada clase social; c) ostentar, jurí­dicamente, la misma nacionalidad y ciudadaní­a; d) padecer el menosprecio y explotación de estados y empresarios de naciones imperialistas, como Estados Unidos y Canadá, de este Continente, otros paí­ses de Europa y de Taiwán y Corea del Sur, en el Asia.

3°.- En consecuencia, si prescindimos de los rasgos culturales y especí­ficos de cada grupo étnico, encontramos que es la historia y por ende la cultura de los distintos grupos étnicos que han hecho la historia de Guatemala lo que es común a todos los guatemaltecos. Por lo tanto, es la historia de Guatemala, su pasado maya, colonial y republicano, lo que debe dar forma a la identidad nacional.

De mi parte reflexiono y digo, no como creí­an los criollos que declararon la Independencia de España, que la Identidad Nacional, era la identidad criolla, como si no existiesen los demás grupos étnicos y como creyeron ladinos o mestizos, a partir de la Reforma Liberal de 1871, y siguen creyendo hasta la fecha, que la Identidad Nacional es la suya, dada su vanidad enjundiosa habí­an preferido a los guatemaltecos de las etnias mayas, incas y garí­funas, hasta que conforme al Acuerdo de Paz Sobre Identidad y derechos de los Pueblos Indí­genas, en vigor desde 1996, se estableció el principio siguiente: El reconocimiento de la identidad de los pueblos indí­genas es fundamental para la construcción de la unidad nacional basada en el respeto y ejercicio de los derechos polí­ticos, culturales, económicos y espirituales de todos los guatemaltecos. (Párrafo 1, del Apartado I, IDENTIDAD DE LOS PUEBLOS INDíGENAS)

Y ha de saberse que es el doctor Murga, uno de los cientí­ficos que más ha aportado para que la identidad nacional, no sólo sea un anhelo sino una realidad.

4°. No se trata de que construyamos la identidad nacional en hechos lamentables de nuestra historia. Debemos conocer toda la historia por supuesto, pero debemos privilegiar los sí­mbolos y valores positivos que eleven la autoestima individual, social y nacional. E, insiste el doctor Murga: «Enaltezcamos, pues, a los mayas antes que a los griegos, al Gran Señir Kiq «ab» y no a sus hijos, a Fray Bartolomé de las Casas y no a Pedro de Alvarado, a José Simeón Calas en vez de José Cecilio del Valle, a Jacobo Arbenz y no a Justo Rufino Barrios (yo hubiese mencionado a Juan José Arévalo, junto a Arbenz).

Lo determinante en la configuración de las identidades de todos los guatemaltecos ha sido la estructura del régimen colonial y republicano.

Pero, a mi juicio, ello ha sido con un alto grado de discriminación racial, económico-social y de género. Y, además de explotación del hombre por el hombre de la burguesí­a, de los latifundistas y de determinados pequeños burgueses, en daño de obreros, campesinos trabajadores en general y personas pobres. Al pensar yo así­ lo hago como piensa el Dr. Murga. «Se trata, entonces, de transformar el conjunto de relaciones perniciosas que articulan a los diferentes grupos étnicos de la sociedad guatemalteca, es decir de cambiar el tipo de relaciones injustas y dañinas que a lo largo de casi cinco siglos han determinado la función de cada grupo e individuo en la sociedad.

5°. La identidad nacional guatemalteca que conocemos es (…) «no identidad nacional», es la que propugnan los grupos dominantes a través del Estado y su aparato ideológico y publicitario: es un reagrupamiento de elementos diversos que reducen la historia patria a una especie de Xetulul (o sea el centro recreativo hollywoodense montado por el plutócrata director del IRTRA, explico yo -Alfonso Bauer Paiz– que falsifica nuestra cultura por su alineación xenofilica)

Lo anterior -dice el Dr. Murga– tiene diversos efectos a nivel individual, grupal y nacional, por ejemplo el caso de la supremací­a de los intereses individuales o grupales en detrimento de los nacionales: la firma del TLC con los Estados Unidos, las concesiones mineras y petrolera, el caso de Cementos Progreso, son ejemplos recientes de los efectos perniciosos de esa «no entidad nacional».

6°. La importancia de crear una identidad nacional que reagrupe al conjunto de identidades étnicas, reside en el hecho de que sólo sintiéndose parte de un proyecto de nación común a todos, los guatemaltecos podrán unir esfuerzos, diseñar estrategias y relacionarse con los demás paí­ses del mundo con objetivos claros que favorezcan al conjunto de la nación.

Esto plantea la necesidad de desarrollar un arduo proceso de enseñanza y aprendizaje y puesta en valor de la historia nacional maya, colonial y republicana. Y para construir la unidad nacional guatemalteca, transformar la estructura injusta que condiciona las percepciones individuales y colectivas, los comportamientos y las formas de relación social entre las personas y grupos étnicos. Doctor Murga, puede usted estar seguro que este su compañero de trabajo y el emergente Frente Popular por la Soberaní­a, la Dignidad y la Solidaridad en Guatemala, seremos peones infatigables de la Construcción de la Identidad Nacional. ¡Felicitaciones!