¿Creer en nosotros mismos en el 2014?


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Finalizamos el año 2013 con el cúmulo de deseos por un año nuevo feliz, de dicha, prosperidad económica, salud, mejor trabajo, consecución de muchos propósitos y la bendición de Dios para quienes son cristianos.

Hasta ahí, todo estuvo bien; ahora nos toca enfrentar la realidad inmediata: en los primeros seis días del año, ya van casi un centenar de muertos por diversas razones, varios miles de deportados, largas colas de ciudadanos para realizar trámites administrativos en diferentes instituciones que siguen pecando de lentas y arcaicas.

Fernando Mollinedo


PERO… mintiéndonos a nosotros mismos, demos por hecho el inicio de este nuevo feliz año; y en esa aureola (resaca o goma le llaman algunos) todavía de jolgorio, preguntémonos: ¿habrá cambio de conducta en los funcionarios públicos que administran el Estado de Guatemala? Me refiero a la administración del Organismo Ejecutivo, la dinámica parlamentaria, el control del Organismo Judicial, de las Municipalidades de todo el país y Gobernaciones departamentales.

Recordemos, que en este país la mayor parte de personas que integran los partidos políticos y que buscan el ejercicio del poder, tienen por objetivo principal perpetuar el sistema para enriquecerse de manera fácil e impune; no se crea que su ardiente amor a la patria (población) les hace “sacrificarse” por ser funcionario o empleado público con magníficos sueldos y prebendas.

Por otro lado, ¿Cuántas personas de éxito personal, capaces, respetables, honradas y dignas de las que existen en Guatemala, querrán unir su inteligencia, esfuerzo, nombre y prestigio al proceso político guatemalteco con sus singulares características?  Al ver la cantidad de compras sin licitar que se hicieron en los diferentes organismos del Estado, el IGSS y otras entidades al final del año 2013, la población colige presunciones de anomalía en dichas transacciones; ¿le gustaría a usted que su nombre apareciera como uno de esos funcionarios responsables de tales actos?
 
En el caso de haber recibido y haber deseado cambios, éxitos, felicidad, prosperidad y alegría, ¿podremos cambiar en realidad aunque sea algo de nuestra conducta? ¿Ser más honestos, cumplidos, responsables, sociables y corteses? Es un gran reto personal cambiar en el año que iniciamos; pero sí se puede principiar con honestidad para con uno mismo y sus semejantes.

Sólo un político guatemalteco se dirigió a la población con un mensaje muy bien centrado; me refiero al doctor Manuel Baldizón, quien en los desplegados de prensa dijo: “¡Crea en usted! Creer en usted mismo es la primera expresión de fe que Dios ve en nosotros como criaturas a su imagen y semejanza.  Crea en usted. Sí, crea en que puede salir adelante, en que es posible junto a miles de hombres y mujeres de bien, hacer el más grande esfuerzo que podamos para impulsar a nuestro país hacia adelante, sin importar los sacrificios y las penurias que nos toque pasar juntos».

Lo anterior demuestra que, entre los políticos de la actualidad, pocos, muy pocos, creen y hacen eco del potencial humano y esfuerzo personal de la población votante para lograr el éxito personal y social; la mayoría de políticos se dirige a la población para ofrecerles ilusiones, promesas, “compromisos” y al final… nada en realidad. ¿Podrán ellos cambiar tal y como lo prometieron?

Esperamos cambios en la aplicación de la justicia, ya no más corrientes económicas subterráneas, ni compadrazgos; aprendamos lo que nos hace falta para vivir mejor; aprendamos a leer, pero a leer bien, para comprender lo que leemos, no interpretemos de forma equivocada lo que no dice la escritura, porque por no saber leer se cometen errores con consecuencias jurídicas. ¡Crea en usted! En el año 2014.