¿Apostarán los magistrados?


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Fuera de los eminentes obstáculos legales que tiene doña Sandra para que quede inscrita ante el Tribunal Supremo Electoral y los previsibles obstáculos subsiguientes en la Corte de Constitucionalidad existe un factor que me parece será fundamental para el apoyo o no de los magistrados. Es aquel de la estrategia a seguir por parte de los magistrados de ambos tribunales porque no creo que aprobar la candidatura de la señora Torres Casanova sea una movida del todo inteligente sobre todo si se trata de alguien que prácticamente no tiene posibilidad de ganar los comicios de septiembre próximo. ¿Quién en su sano juicio estarí­a dispuesto a dar su beneplácito sobre una cuestión que dañe su prestigio para toda la vida, si la arriesgada apuesta no presenta casi posibilidades de ser ganada? ¿Se animarán los magistrados a ir en contra de las leyes y el clamor de la mayorí­a del pueblo? ¿Se animarán a apostarle a un caballo perdedor? ¿Qué privilegios me puede ofrecer a cambio un candidato que seguramente no quedará bien parado para el próximo perí­odo de gobierno?

John Carroll

 


Esto lo digo porque creo sinceramente que después de semana y media de convalecencia de parte de la precandidata esto huele más a salida elegante que a enfermedad seria. Sobre todo al enterarnos de la convocatoria a asamblea extraordinaria de parte del partido oficial para elegir candidatos a concluir el 9 de julio.

Cualquiera que haya participado en este tipo de eventos sabe lo peligroso que es sostener una asamblea de ese calibre y con tanto en juego con un margen de seguridad de dos dí­as que es cuando vence el plazo para la inscripción de candidatos. Finiquitos, impugnaciones, errores en acta y reveses imprevistos son obstáculos normales de este tipo de asambleas.

Muy probablemente estén utilizando estos dí­as de convalecencia para analizar y medir cuáles son sus posibilidades reales al participar como candidata presidencial, cuáles son sus mejores posibilidades de alianzas y qué efectos tendrí­a su participación como candidata a diputada. Correr como diputada le darí­a a la UNE cuatro cosas de gran valor:

Inmunidad garantizada a su lí­der máximo por los siguientes cuatro años; vigencia polí­tica a ella y a la UNE por un perí­odo más; sumar alianzas que no son factibles de momento porque sus posibles aliados también quieren los puestos de presidente y vicepresidente y por último la posibilidad de correr como candidata para los próximos comicios desde la favorable posición de la oposición.

¿Quién dirí­a hace unos meses que uno de los principales obstáculos del partido oficial serí­a la acción legal interpuesta por uno de sus más fervientes miembros y hermana de la señora? ¿No le parece increí­ble? ¿Será doña Gloria catalizador de las futuras alianzas del partido oficial? Lo que ya está visto es que en esto de la polí­tica la única constante es el cambio; los valores, principios e ideologí­as se venden y se compran como calzoncillos y los vientos cambian de sur a norte cada minuto.

Aunque a estas alturas tengo serias dudas de que los magistrados fallen a favor de Sandra Torres y la UNE por lo que ya expresé anteriormente, existe la posibilidad de que el Partido Patriota entienda que lo único que les separa de un seguro triunfo en las elecciones es la posible aparición de una tercera fuerza polí­tica que se convertirí­a en segunda de no participar doña Sandra. Los señores del Patriota seguramente tendrán poder para pagar los favores de los magistrados y por lo tanto podrí­an convertirse ellos en los más interesados en negociar la participación de la señora. Dentro de un mes el panorama polí­tico estará bastante más claro y nosotros los votantes seguramente más confundidos.