Aristóteles, nacido en el 384 antes de Cristo fue quien dijo por primera vez que el hombre (no incluyó a la mujer porque entonces no habían surgido los movimientos feministas), era básicamente un «zoon politikon», es decir un animal político porque su vida y acciones estaban ligadas fundamentalmente con las ciudades estado donde se desenvolvía. Claro el sabio filósofo se refería a los animales racionales que dicen somos los humanos, dicen pues…
Aristóteles también en su mejor libro, «Política», indicaba que cuando una ciudad estado era dirigida por una sola persona se producía la tiranía, si eran varias, surgía la aristocracia y si eran muchos los gobernantes surgía la república. Aquí en Guatemala, desde que nacimos, incluso con nuestros antepasados mayas que dividían al pueblo en castas donde sobresalían, nobles, sacerdotes y guerreros, que eran los elegidos para gobernar. Y hoy nada ha cambiado, tanto Aristóteles como los mayas tenían razón, a Guatemala la han gobernado o un tirano o la aristocracia o nobles, casi siempre unidos con los guerreros (como ahora), en un tiempo los sacerdotes con Carrera, los guerreros (uffffffff) y así sucesivamente, sin llegar a ser república.
También no es lo mismo decir Animal Político al estilo de Aristóteles, que político animal al estilo chapín. Ustedes saben la diferencia y de ambos hay ejemplos abundantes. Pero todo viene al caso porque desde que por la Constitución nos convertimos en ciudadanos, nos convertimos en Animales Políticos y otros en Políticos animales, que, repito, no es lo mismo. Al ser ciudadanos tenemos obligaciones y derechos y uno de ellos es elegir y ser electo, si usted vota ejerció un derecho político, si no vota también lo ejerció rechazando una propuesta política, si usted se lanza a un cargo popular pues ejerce un derecho político y, además, el derecho a dejar de ser pobre y convertirse en millonario con los fondos públicos y ejercitar el poder para joder a sus amigos o enemigos.
Pero la Constitución ayuda mucho a crear Animales Políticos o Políticos animales, abriendo puertas y ventanas para que gobiernen, dirigidos por los dos emblemas de la política criolla: el Presidente y el Vicepresidente y el Congreso, otorgándoles a estas tres instituciones (presi, vice y congrueso), la facultad de hacer los nombramientos que mejor les parezcan.
Veamos solo algunos de los nombramientos claves (excluyo asesores, directores de dependencias descentralizadas y miles más): por el presidente; ministros, viceministros, gobernadores, procurador general de la nación, Fiscal General de La República, directamente a un magistrado de la Corte de Constitucionalidad e indirectamente a otro magistrado por el Congreso, otro por el Colegio de Abogados y otro por el Congreso, , presidente del Banco de Guatemala, presidente del IGSS (aunque sea solapadamente), controlar la Junta Monetaria que la Constitución le otorgan tareas fundamentales en los aspectos económicos del país, dirigir el congreso, (solapadamente), ¿y de donde viene ese poder presidencial? pues del mismito Congreso que nombra al Contralor General de Cuentas, a los magistrados de la Corte Suprema de justicia, y Procurador de los Derechos Humanos, entre otros. Y no vayan a creer ustedes que el Congreso es como las Asambleas Atenienses donde Sócrates, Platón, Aristóteles y otros con su capacidad discutían los temas del Estado, se parecen pero no son iguales.
Por estas y muchas razones, no deja de causarme cierta dosis de ironía el que un abogado y «miembros de la sociedad civil» traten de descalificar al licenciado Jorge Eduardo de León Duque para que acceda al cargo de Procurador de los Derechos Humanos por su participación política, fuera de que los otros dos aspirantes también tuvieron vinculaciones políticas y no les quita su legítimo derecho de ocupar la procuraduría, Jorge Eduardo es un abogado joven, capaz e inteligente que sabrá llevar por buen rumbo una institución tan importante como lo es la PDH. Ahora, lo que no acepto es que aparezcan «niños y niñas» que creen que la santidad consiste en no participar en política, cuando desde el momento que son ciudadanos y votan o no votan, protestan o callan, analizan o comentan y observan de cerca el acontecer político, con, según Aristóteles «zoon politikon», les guste o no les guste, excepto que quieran cambiar el adjetivo por el sustantivo. ¿Entienden?…..
QUÉ ONDA SAT??????????
Desde hace algunos meses, antes de la llegada del actual Superintendente de la SAT a quien no conozco, estoy sufriendo de acoso tributario como si se tratara de uno de los magnates de Guatemala, evasor de impuestos. Vivo de mi pensión y del alquiler de una casa, pero como ahora se está jodiendo a los pequeños y medianos contribuyentes y a la llamada economía informal. tal vez me quieren meter en ese rollo ¿O vendrá una orden de arriba como ocurrió en un incidente lamentable para mí, hace seis años? Lo más jodido es que soy un discapacitado y a ph hay trámites que solo en persona personalmente los puede hacer uno. Y si atendieran eficientemente que bueno, pero yo físicamente no puedo hacer largas colas ni caminar mucho. ¿Oyó, señor Miguel Gutiérrez?