¿Aliado o corruptor?


Editorial_LH

Con motivo de la visita que el Canciller de Guatemala realiza a China en vísperas de un viaje que hará el presidente Pérez Molina a Taiwán, algunos se rasgan las vestiduras como lo hicieron cuando se produjo el reconocimiento del Estado Palestino, argumentando que los taiwaneses han sido fieles aliados de nuestro país con el que han colaborado en distintas formas a lo largo de muchos años.


Es cierto que Taiwán, como Israel, fueron de los países que se mantuvieron fieles en su asistencia a Guatemala aun en los peores momentos, cuando ni siquiera Reagan logró revertir las sanciones dictadas en el gobierno de Carter por la violación de los Derechos Humanos en nuestro país y fueron esos dos países los principales soportes para mantener la ayuda en esos días aciagos para nuestros gobiernos que no encontraban forma de recibir asistencia internacional justamente cuando se vivía el intenso conflicto armado interno. También lo es que Taiwán ha dado ayuda económica importante al país en variedad de proyectos que tenemos que agradecer y reconocer.
 
 Pero eso no nos puede hacer pasar por alto el papel corruptor que ha jugado la política exterior de Taiwán al sobornar a nuestra clase política para asegurarse que Guatemala siga siendo del cada vez más selecto club de países que reniegan de la oportunidad de establecer relaciones con China para mantener el vital apoyo para el régimen de Taipei. El caso de los cheques a Alfonso Portillo es apenas una muestra de lo que ha ocurrido y de la forma en que han manejado las relaciones diplomáticas. Todos los políticos importantes del país han recibido iguales “regalos” y todos los actores sociales influyentes han recibido ofrecimientos de algún tipo de prebendas, especialmente viajes con todos los gastos pagados.
 
 En Costa Rica se procesó a un Presidente por haber recibido dinero de Taiwán y ese juicio fue decisivo para el posterior establecimiento de muy productivas relaciones del país centroamericano con China, sin que nadie, ni siquiera los empresarios y la prensa que también recibieron “especiales atenciones” pudieran criticar la decisión soberana del Gobierno. Aquí se quiso hacer creer que Portillo se robó el dinero que Taiwán había dado al país para financiar bibliotecas, pero la verdad es que los cheques fueron extendidos de manera personal a favor del entonces candidato presidencial, idénticos a los que en su momento se entregaron a otros políticos a los que vieron posibilidades.
 
 En la prensa nacional raros somos los que no aceptamos las insistentes invitaciones de la embajada de Taiwán y que tenemos solvencia para cuestionar ese papel corruptor, por lo que en Guatemala sí habrá una campaña fuerte para preservar la relación diplomática.
 
Minutero:
Eso de pedir jalón 
para viajar en avión 
es maña de presidentes 
que no saben ser prudentes