No son solamente cuestiones de carácter militar lo que pone en riesgo y amenaza la paz y la seguridad internacional. Hay, además, otros factores y cuestiones a considerar. Se trata de estar lo más informado que sea posible, así como entender y explicar la gravedad y riesgos que amenazan al mundo entero. Estos otros factores y cuestiones son de carácter económico y financiero, social, político e institucional.

En lo económico, Vincenç Navarro se ha estado ocupando con seriedad y profundidad de «las causas de la Gran Recesión», gran recesión que afecta tanto a Estados Unidos como a varios países de la Unión Europea. En uno de sus más recientes ensayos, se refiere a sus causas y, en particular, a una de ellas de la que poco se ha hablado.

En su opinión, estas causas son las siguientes: 1) «el crecimiento del capital financiero»; 2) «la desregulación de ese capital financiero»; y, 3) «el enorme crecimiento de las desigualdades de renta en la mayoría de los países a los que se define como países avanzados económicamente».

Según Vincenç, de la tercera causa es «de la que no se ha hablado». De ahí que –aún a riesgo de ser demasiado extenso en la cita–, me permito transcribir lo que dice acerca del «incremento de las desigualdades de las rentas en un país».

Al respecto, opina: «Las rentas (el dinero que la gente recibe) puede proceder del trabajo (predominantemente a través de los salarios) o de la propiedad de capital (es decir, propiedad, como por ejemplo, acciones que generan rentas). Pues bien, la distribución de las rentas es el factor determinante para entender la evolución económica (y también política) de un país.

«La mayoría de la población obtiene sus rentas del trabajo. De ahí que cuando estas rentas bajan (y pueden bajar debido a varias circunstancias, como la bajada de salarios, y/o el descenso del número de gente que trabaja, y/o el aumento del desempleo), la demanda de productos y servicios, y con ello la producción de estos productos y servicios también baja, con lo cual la economía sufre un descenso, que es lo que se llama recesión» (Vincenç Navarro: «Lo que no se dice sobre las causas de la recesión». Rebelión, 27 de enero de 2014).

Son estas causas las que no han sido resueltas y, en tanto que persisten y se prolongan, pone a Estados Unidos y a los países de la Unión Europea al borde del colapso, así como, además, a otros países cuyas economías y finanzas dependen de la cada vez más deteriorada primera economía mundial y sus aliados europeos.

En lo social, la desigualdad e inequidad en Estados Unidos tiende a ser cada vez más abismal. Lo mismo sucede en Europa. Es abismal e indignante, además, la brecha que separa a los países más ricos de los países más pobres.

En lo institucional, a su vez, Estados Unidos parece ir rumbo al colapso. Según Michael Collins Piper, «poderosos plutócratas están incrementando su control sobre el sistema estadounidense y puesto en marcha un sistema de elecciones basado en el dinero y los medios de comunicación»  (http://actualidad. rt.com/actualidad/view/11748).

Europa, además, podría colapsar. En opinión de Barry Eichengreen, «las últimas elecciones al Parlamento Europeo mostraron que en Europa también hay una crisis política (http://actualidad.rt.com/economia/view/118335).

La situación internacional es, en dos palabras, tensa, peligrosa. Dejarlo de advertir, es irresponsable; ignorarlo, mucho peor.