El ex presidente iraquí Saddam Hussein, ya condenado a muerte por la masacre de 148 chiítas en los años 80, afirmó hoy en su segundo proceso, en el que se le acusa de genocidio contra la población kurda: «Sólo se puede ser ejecutado una vez, no diez».
«Cuando hablo, nadie tiene que creer que defiendo a Saddam Hussein. Sólo se puede ser ejecutado una vez, no diez. Defiendo el camino recorrido por esta nación. Irak está lleno de restos de esqueletos. Si me dan diez días y les mostraré 400 cuerpos de árabes y de kurdos», afirmó ante el tribunal en Bagdad.
Un médico forense que trabajó en los osarios testimoniará en esta 24 audiencia del proceso Anfal, que se celebra en el Alto Tribunal Penal iraquí.
Saddam Hussein y seis coacusados, entre ellos su primo Hassan al-Majid, conocido como «Ali el Químico» están siendo juzgados por ordenar y poner en marcha en 1987 y 1988 las campañas militares de Anfal, en el Kurdistán, que dejaron, según la acusación, más de 180 mil muertos.
Todos los acusados se enfrentan a la pena de muerte.
El ex presidente iraquí fue condenado a muerte por horca el pasado 5 de noviembre a raíz de otro proceso que juzgó la ejecución de 148 aldeanos chiítas en Dujail, en los años 80, como represalia a un atentado contra el convoy presidencial.
A partir de ese momento se ha iniciado un procedimiento de apelación automático que puede llevar varios meses. Si el veredicto es confirmado por la corte de apelación del Alto Tribunal, la pena se aplicará en un plazo de 30 días.
La organización de defensa de derechos humanos Human Rights Watch publicó a mediados de noviembre un informe sobre el proceso, que consideró tan lleno de irregularidades que debería de ser anulado.