El ex presidente iraquí Saddam Hussein había preparado un plan para evadirse de la prisión en 2006, año al final del cual fue ahorcado, afirma uno de sus abogados, Jalil Al Dulaimi, en un libro titulado «Saddam Hussein fuera de la prisión norteamericana: lo que ocurrió».
«El plan de evasión de Saddam debía aplicarse en el verano de 2006, con la ayuda de la resistencia iraquí y de una fuerza especial de guardaespaldas», escribe Dulaimi en ese libro de memorias, que incluye asimismo «500 cartas, poemas y otros textos» de Saddam Hussein.
Según el abogado, ese plan no pudo realizarse porque, a raíz de un tiroteo que se produjo cerca de Camp Cropper, la base norteamericana en la que estaba encarcelado, las medidas de seguridad de la misma fueron reforzadas.
El proyecto preveía que «los combatientes iraquíes recibieran la orden de atacar la «zona verde» (el sector superprotegido del centro de Bagdad) y el cuartel general de los soldados estadounidenses en el aeropuerto, antes de lanzar el asalto contra la prisión» de Saddam, explica el abogado en el libro publicado en árabe en Jartum y del que la AFP obtuvo un ejemplar en Ammán.
Depuesto de la presidencia en abril de 2003 a raíz de la invasión norteamericana de Irak, Saddam Hussein fue capturado en diciembre del mismo año y encarcelado en Camp Cropper, base militar de Estados Unidos situada cerca del aeropuerto internacional de Bagdad.
Condenado a muerte, fue ahorcado el 30 de diciembre de 2006.
Su ex abogado afirma que Saddam quería liberar también a los otros iraquíes presos en Camp Cropper.
«Había previsto llegar hasta la provincia de Al Anbar (oeste de Irak), con la intención de unificar lo antes posible a los grupos de resistencia iraquíes y lanzar una ofensiva» para reconquistar Bagdad, agrega.
Al Anbar fue durante varios años un bastión de la insurrección sunnita.
Al Dulaimi, que afirma que no grabó nada pero que tomó notas escritas de todo, da cuenta de numerosas confidencias de Saddam durante su detención.
«Si Irak es liberado, lo convertiré en un país floreciente en siete años, sin ayuda de nadie», habría dicho Saddam.
El abogado afirma asimismo que sus guardianes pedían a menudo autógrafos a Saddam, que les decía: «después de la liberación de Irak, os invitaré a venir a visitar mi país». «Ellos estaban contentos con la invitación y prometían aceptarla», contó Saddam a su abogado.
En cambio, «los soldados norteamericanos se niegan a darme tijeras para arreglarme la barba y el bigote, porque temen que me suicide», le dijo.
El abogado, que denunció que fue objeto de amenazas de muerte por aceptar defender al depuesto presidente, cuenta que habló con él dos días antes de su ejecución y que Saddam le dijo: «Espero que el pueblo iraquí no me olvide».