Humor en medio de la violencia


La población nicaragí¼ense se ha visto involucrada en tensas confrontaciones tras las elecciones municipales, por lo que la distracción se vuelve vital. En la gráfica, un hombre con su hijo observan una procesión religiosa el domingo pasado (Miguel ílvarez-AFP-La Hora).

En medio de violencia callejera e incertidumbre polí­tica, algunos nicaragí¼enses optan por refugiarse en los chistes de uno de los más populares humoristas del paí­s, quien no trepida en burlarse del presidente Daniel Ortega y de la primera dama Rosario Murillo, pero también del lí­der opositor Arnoldo Alemán y de los mandatarios de Venezuela y Bolivia.


Temas muy delicados, como la acusación de supuesto abuso sexual de Ortega a su hijastra, y conflictos actuales, como las denuncias de fraude electoral, incluye el show de Luis Enrique Calderón, bajo las carcajadas y aplausos del público que asiste a las veladas en la «Ruta Maya» de Managua.

«Imagí­nense en qué manos estamos, con un presidente bachiller y un alcalde boxeador», dice el humorista, aludiendo a que Ortega sólo asistió un año a la universidad y a que el ganador oficial de los cuestionados comicios municipales en Managua es el sandinista y ex púgil Alexis Argí¼ello.

El humorista ironiza sobre el supuesto lujo en que viven los dirigentes del gobernante Frente Sandinista: «Arriba los pobres del mundo… con una camioneta de 150 mil dólares».

«Ruta Maya», que pertenece a la familia Méndez Quintana, impulsora de la cultura nacional, es un restaurante con techo de paja semejante a una choza indí­gena, con capacidad para más de 200 comensales, donde se ofrecen espectáculos artí­sticos.

Calderón cambia disfraces y de voces para imitar a diferentes actores de la polí­tica nacional y latinoamericana, incluida una representación del barbudo ex ministro de Cultura del anterior gobierno revolucionario sandinista, el sacerdote y poeta Ernesto Cardenal.

La imitación del lí­der opositor y ex presidente liberal Arnoldo Alemán (1997-2002) incluye una gorra y una camiseta rojas con las iniciales «PLC» de su partido, y una enorme barriga.

«El ladrón más grande de América Latina, anda libre, Arnoldo Alemán», dice sobre el ex mandatario condenado a 20 años de prisión por apropiarse de 100 millones de dólares del erario, quien circula libremente por las calles.

Los asistentes, cada uno de los cuales pagó casi ocho dólares por la entrada, aplauden y rí­en mientras cenan a medida que Calderón combina bromas y crí­ticas hacia la pareja presidencial nicaragí¼ense, e imita las voces de dos aliados del gobierno sandinista, los mandatarios de Venezuela, Hugo Chávez, y de Bolivia, Evo Morales.

Muchos chistes tienen que ver con la primera dama, a la que el humorista menciona todo el tiempo simplemente por un apodo: «La Chayo».

Dice que La Chayo y Ortega producirán una pelí­cula: «La gran estafa».

«Daniel, con ese hablar tan pausado, como si nunca hubiese violado… la Constitución», agrega.

El artista también se burla del Consejo Supremo Electoral (CSE), del cardenal Miguel Obando, que de enemigo pasó a aliado de Ortega, y del candidato opositor a la alcaldí­a de Managua, Eduardo Montealegre, oficialmente derrotado en los comicios del 9 de noviembre, aunque él insiste que ganó.

«CSE es «Cartereemos (robemos) sólo a Eduardo»», dice el humorista.

Calderón, cuya presentación dura unas dos horas, también se burla del complicado sistema de direcciones utilizado en Nicaragua: «Manhattan se parece a Managua, porque de donde estaban las Torres Gemelas, tres cuadras abajo».