Humano empezó a lanzar hace dos millones de años


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Es un gran año para los pitchers. El mejor cerrador en la historia del béisbol, el panameño Mariano Rivera de los Yanquis, se está retirando. El poderoso relevista cubano Aroldis Chapman, de los Rojos de Cincinnati, sigue lanzando pelotas rápidas de más de 160 kilómetros por hora (100 mph).

Por MALCOLM RITTER
NUEVA YORK /Agencia AP

Y ahora algunos científicos aseguran haber dilucidado cuándo fue que nuestros ancestros comenzaron a lanzar con precisión y potencia, como sólo los humanos pueden hacerlo: hace casi dos millones de años.

Eso es lo que investigadores concluyeron en un estudio dado a conocer ayer en la gaceta Nature. Hay mucho escepticismo sobre su conclusión. Pero el nuevo análisis señala que esta habilidad para lanzar posiblemente ayudó a nuestro ancestro Homo erectus a cazar, permitiéndole lanzar armas, probablemente rocas y lanzas de madera afiladas.

La capacidad humana para lanzar es única. Ni siquiera un chimpancé, nuestro familiar viviente más cercano y una criatura que destaca por su fuerza, puede lanzar tan fuerte como un pequeño jugador de béisbol de apenas 12 años, dice el principal autor del estudio Neil Roach, de la Universidad de George Washington.

Para encontrar cómo los humanos desarrollaron esta habilidad, Roach y otros autores analizaron los movimientos de lanzamiento de 20 jugadores de béisbol universitario. Algunas veces los jugadores usaron prótesis en los brazos para emular la anatomía de los ancestros humanos, para ver cómo los cambios anatómicos afectaban su habilidad para lanzar.

El secreto humano para lanzar, teorizan los investigadores, es que cuando el brazo está en posición de preparación para el lanzamiento, almacena energía estirando los tendones, ligamentos y músculos que cruzan el hombro. Es como jalar una honda. Al liberar esa «energía elástica» el brazo es impulsado como un látigo para hacer el lanzamiento.

Ese truco, a su vez, fue posible por tres cambios anatómicos en la evolución humana que afectaron la cintura, los hombres y los brazos, dijeron los investigadores. Y el Homo erectus, que apareció hace dos millones de años, es el primer ancestro que combina esos tres cambios, indicaron.