Unos 90 mil civiles huyeron desde agosto del distrito de Waziristán del Sur, en el noroeste de Pakistán, por temor a una anunciada ofensiva terrestre contra el feudo de los islamistas talibanes aliados a Al Qaeda.
El éxodo se intensificó en los últimos días después de que el gobierno anunciara que la ofensiva, prevista desde hace cuatro meses, era «inminente», en respuesta a los atentados mortíferos de la última semana.
La población total de Waziristán del Sur es de 600 mil personas.
Desde el 1 de agosto, «unas 90.000 personas dejaron Waziristán del Sur y fueron instalados en zonas más seguras, en Dera Ismail Jan et Tank», dos ciudades linderas de Waziristán del Sur, principal feudo de los talibanes paquistaníes, que operan en las zonas fronterizas con Afganistán, declaró Shahab Alí Shah, jefe de la administración del distrito.
El miércoles, decenas de automóviles y camiones procedentes de Waziristán afluyeron a Dera Ismail Jan, donde ya se registraron 60.000 desplazados.
«El ejército bloqueó todas las rutas, faltan alimentos, la mayoría de los habitantes se va», dijo Mohammad Hashim Jan, que abandonó su hogar el domingo pasado.
«Nos fuimos a causa de los bombardeos aéreos», dijo por su parte, Mohammad Ubaid Jan Mehsud, oriundo de Makeen, una de las ciudades controladas por el Movimiento de los Talibanes de Pakistán (TTP).
El TTP es responsable de los atentados que en los últimos dos años provocaron la muerte de unas 2.250 personas.
Los principales comandantes del TTP se encuentran en Waziristán del Sur, territorio de las tribus Mehsud.
El TTP lanzó en los últimos días un espectacular ataque contra el cuartel general del ejército en Islamabad y perpetró tres atentados en el noroeste de Pakistán, causando la muerte de 125 personas.
En junio pasado, el ejército procedió a rodear la zona y desde entonces somete las posiciones islamista a un intenso bombardeo.
Sin embargo, los expertos discrepan en cuanto a la inminencia del ataque.
Unos opinan que el ejército no está aún preparado para combatir y podría sufrir una estrepitosa derrota frente a decenas de miles de combatientes tribales y extranjeros de Al Qaida, muy aguerridos, expertos en el combate de montaña, donde es difícil acceder con tanques y artillería.
En cambio, otros afirman que el humillante ataque sufrido en el cuartel general del ejército obliga a los militares a atacar en Waziristán del Sur.
«Nuestros helicópteros, nuestra artillería, los machacan sin cesar», declaró el martes el portavoz del ejército, el general Athar Abbas.
«Toda la zona está sitiada, todos los puntos de entrada y salida bloqueados, pero la fecha y el lugar de la ofensiva terrestre dependen de la jerarquía militar», concluyó el general Athar Abbas.