Cada año quedan en la orfandad miles de infantes que pierden a sus padres en hechos de violencia. Huérfanos, y sin apoyo, su crecimiento con el mínimo de bienestar se ve irreversiblemente interrumpido.
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Según datos de la Fundación Sobrevivientes, hasta el año pasado un promedio de 2 mil infantes quedaron huérfanos por asesinatos de mujeres.
De los anteriores crímenes, más del 50%% de los infantes han presenciado cómo otra persona arrebata la vida de su padre o madre; lo cual crea un cuadro de traumas en los niños y niñas; un gran número de ellos queda también desamparado por completo ya que no cuentan con familiares cercanos que se encarguen de su custodia.
Lo anterior hace que el Estado intervenga por medio de la Procuraduría General de la Nación (PGN), la cual posee recursos limitados para brindar atención integral a las víctimas colaterales de toda la violencia: los niños y niñas.
Intervención
Abraham Bacca, portavoz de la PGN, explicó que el procedimiento de recuperación y custodia de los infantes se efectúa por medio de trabajadoras sociales y abogados que inician los procedimientos legales en los diferentes juzgados de la niñez.
Sin embargo, Bacca indicó que la PGN no cuenta con casa especializadas para la atención de las y los niños, por lo que los juzgados envían los expedientes a casas hogares como Remar y Casa Alianza.
A partir de lo anterior, los cuentan con ropa, alimentación, accesoria psicológica y cierta asistencia educativa, explicó Bacca, quien, además, reconoció que el Estado incurre en un «oneroso» gasto en ese tipo de procedimiento, el cual no detalló debido a que «existen casos en los que se gasta menos», declaró
Vulnerables
Nidia Aguilar, defensora de la niñez de la institución del Procurador de los Derechos Humanos, explicó que los hogares de protección «no son lo más adecuado para el desarrollo de un niño o niña víctima de ese tipo de hechos», manifestó.
Aguilar indicó que lo ideal sería que la familia inmediata de los niños o niñas se hiciera cargo de ellos, sin embargo, reconoció que a veces no cuentan con los medios económicos para esa protección, por lo que sugiere una política de apoyo integral a los niños que han quedado huérfanos.
La entrevistada añadió que la mayoría de los casos ocurren en familias de escasos recursos económicos, que es el sector más golpeado por la violencia.
Efectos
Norma Cruz, directora de la Fundación Sobreviviente, explicó que las cifras sobre casos de niños y niñas que quedan en la orfandad son «alarmantes», debido a que «detrás de cada muerte violenta hay, incluso, más de dos pequeños», indicó.
Cruz añadió que debido al elevado nivel de violencia que cada día golpea al país un 50%% de los infantes presencian el asesinato de su padre o madre, lo cual genera una serie de traumas que de no ser tratado tendrá efectos a futuro.
Los aspectos que sufren fuertes heridas en los menores son la integración familiar, el aspecto económico, educativo y social. Explica también que muchos niños empiezan desde muy temprana edad a tener una responsabilidad en su familia, para la cual no se encuentran preparados.
Los niños y niñas comienzan a trabajar desde muy pequeños y asumen la responsabilidad de sus hermanos menores e incluso son apartados de sus parientes más cercanos debido a que las capacidades económicas de los familiares son limitadas, explicó la analista.
Cruz criticó que no existen programas de gobierno que procuren el verdadero desarrollo y formación de quienes serán los jóvenes del mañana y que eso implica un costo social elevadísimo para el Estado.
Nidia Aguilar,
Defensora de la Niñez
Norma Cruz,
Fundación Sobrevivientes
infantes
Quedaron huérfanos por hechos de violencia en el 2007, según la Fundación Sobrevivientes.