Huelga de funcionarios contra medidas de austeridad


Manifestantes llevan una pancarta que dice

Los funcionarios españoles estaban en huelga este martes en España y se manifestaban en todo el paí­s contra el duro plan de austeridad anunciado por el gobierno socialista para bajar el déficit, que incluye recortes salariales en ese sector.


En Bilbao, España, sindicalistas protestan contra los recortes del gasto público. AFP PHOTO/Rafa RivasUn importante número de trabajadores manifestó en Sevilla. AFP PHOTO / CRISTINA QUICLER

A este paro, al que estaban llamados unos 2,6 millones de funcionarios, podrí­a seguirle una huelga general, que los sindicatos no descartan si el gobierno aprueba en breve una reforma laboral sin un acuerdo con los trabajadores y empresarios.

La huelga, que comenzó hoy a las 00H00 (22H00 GMT del lunes), tuvo por la mañana un seguimiento del 10,99% sin contar los sectores de salud y educación, que dependen de los gobiernos regionales, según el gobierno, que aseguró que están garantizados los servicios mí­nimos.

Los principales sindicatos, Comisiones Obreras (CCOO) y UGT, informaron de un 75% de cumplimiento del paro por la mañana.

Los trabajadores públicos protestan por la disminución de sus salarios a partir de este mes de una media del 5% y la congelación en 2011, decidida en mayo por el gobierno socialista de José Luis Rodrí­guez Zapatero.

Los sindicatos convocaron concentraciones y manifestaciones en ciudades de todo el paí­s.

En Madrid, varios miles de personas se congregaron por la mañana ante el ministerio de Economí­a y por la tarde se convocó una manifestación en el centro bajo el lema «8 de junio, huelga del sector público, No al recorte del gasto público, movilí­zate».

Los recortes «se deberí­an haber aplicado a quien ha generado la crisis, a las entidades financieras, a los que más tienen», dijo a la AFP Miguel Angel Escolano, de 47 años, mecánico ferroviario que perderá 900 euros de los 30.000 anuales que gana.

«Si lo pienso me pongo a llorar», dice la profesora Ana Garcí­a Lago, de 40 años, con tres hijos y su marido en paro.

Llegan a fin de mes «porque tenemos un colchón de ahorros que nos estamos fundiendo; eran para comprar una casa mayor pero con lo que gano no llegamos a fin de mes», es decir, con 1.600 euros a los que se restarán unos 150.

Este recorte forma parte de un duro paquete de medidas de ahorro adoptado por Zapatero para tratar de reducir el alto déficit público, que fue del 11,2% el año pasado, disminuyendo los gastos públicos en 15.000 millones de euros este año y el próximo.

El gobierno tomó estas medidas presionado por sus socios de la Eurozona y por los mercados.

Esta huelga puede ser el preludio de un paro general, que los sindicatos amenazaron con convocar si el ejecutivo socialista adopta la reforma del mercado laboral sin llegar a un acuerdo con sindicatos y empresarios.

El presidente del gobierno anunció la semana pasada que el gobierno aprobará la reforma el 16 de junio aunque no haya consenso con trabajadores y empresas.

La reforma laboral, recomendada por el Fondo Monetario Internacional (FMI), pretende fomentar el empleo con un modelo de contrato que incluya una indemnización por despido más barata, en un momento en que el desempleo supera el 20% de la población activa en España.

El plan de austeridad incluye además la congelación de las pensiones de jubilación, la supresión del «cheque bebé» de 2.500 euros y la rebaja de la ayuda al desarrollo, entre otras.

Este ajuste tiene lugar en un momento en que la economí­a sale tí­midamente de la recesión en la que se sumió a finales de 2008, a ritmo más lento que sus socios europeos. En el primer trimestre del año el producto interior bruto (PIB) creció un 0,1%.

La huelga se mantiene un dí­a después de que los paí­ses de la Eurozona advirtieran a España de que su programa de austeridad no será suficiente a medio plazo y «necesita hacer más» reformas, especialmente «en el mercado laboral y en el sistema de pensiones» en 2011.

La ministra española de Economí­a, Elena Salgado, declaró que España seguirá «haciendo esfuerzos en 2012 y 2013», año en que el déficit debe bajar al 3% fijado por la Eurozona.