Entre aplausos, llanto, tristeza y reconocimiento por la población guatemalteca, para quien en vida fuera Doroteo Guamuch Flores –Mateo Flores- un reconocido corredor guatemalteco quien puso en alto el nombre de Guatemala en Estados Unidos, al ganar la Maratón de Boston en 1952.

A las nueve de la mañana familiares de Mateo Flores lo llevaron en hombros sobre la calle que lleva su nombre, caminando por aproximadamente dos cuadras, para luego dirigirse hacia las Capillas El Recuerdo, ubicadas frente al Cementerio Las Flores, municipio de Mixco, donde le rendirán honras fúnebres.
Por la tarde, el cuerpo de Mateo Flores tendrá un recorrido por el Obelisco hasta llegar al Estadio que también lleva su nombre, donde será homenajeado por el Comité Olí­mpico Guatemalteco.
Mañana le darán el último adiós a Mateo Flores en La Casa de la Cultura de Mixco, por el alcalde Amí­lcar Rivera, para luego trasladar sus restos al mausoleo de la familia.
Mario Guamuch, hijo de Mateo Flores, dijo “mi padre no le importó que el Estado no le brindara ayuda, porque sus logros fueron para su Guatemala y una satisfacción para él, porque siempre fue una persona humilde y centrada en lo que deseaba, por lo que se lo demostró a todos con sus triunfos y logros”.
Según el psicólogo social, Marco Antonio Garavito, presidente de la Liga de Higiene Mental, la falta de apoyo por parte de las instituciones de Estado hace que los deportistas se sientan frustrados y desesperados ante el poco reconocimiento de sus logros como persona que representa a su paí­s a nivel mundial, ante lo cual resulta necesario la creación de una polí­tica de apoyo a los deportistas.