Cerca de 400 personas, entre ellas agentes de todo Utah, rindieron honores al policía Jared Francom, quien murió el pasado miércoles al ejecutar una orden de busca y captura en un incidente que dejó otras cinco personas gravemente heridas, junto con el sospechoso, dijeron las autoridades.
Francom, deja a su esposa y dos hijas de cinco y tres años de edad.
Unas 400 personas asistieron a la vigilia a la luz de las velas para rendir honores a Francom en un anfiteatro al aire libre ayer por la tarde. Se guardó un momento de silencio y se proyectaron imágenes de Francom y sus compañeros oficiales que resultaron heridos en el tiroteo.
Erin, esposa de Francom durante siete años, subió al escenario y trató de contener las lágrimas durante el corto programa.
«Es un día muy, muy triste para Ogden», dijo ayer el jefe de Policía, Wayne Tarwater.
Los agentes de la brigada antinarcóticos acudieron a una casa de este suburbio de Salt Lake City como parte de una investigación rutinaria. Llamaron a la puerta y se identificaron.
«Al no haber respuesta, violentaron la puerta y entraron», agregó Tarwater. «Al entrar, los agentes fueron baleados».
El sospechoso, Matthew David Stewart, de 37 años y quien tiene antecedentes penales, sufrió heridas leves, aunque no se aclaró si fueron de bala.
Stewart se encuentra hospitalizado y vigilado.
La Policía se negó a revelar detalles del tiroteo, además de dar una línea general de tiempo, citando la investigación en curso.
No informó, por ejemplo, si el tiroteo tuvo lugar totalmente dentro de la casa o se extendió al patio trasero, cuántos disparos se efectuaron ni cuántas armas fueron recuperadas.
Habrá varias investigaciones, incluyendo una por parte de la Policía de Ogden y otra externa por parte de fiscales.
Una de las preguntas que las autoridades tratarán de responder es si los oficiales, durante los caóticos momentos al ingresar a la casa, pudieron haberse disparado uno contra otro inadvertidamente.