Decenas de miles de habitantes de Hong Kong tomaron las calles hoy para exigir la renuncia del gobernador y presionar para que se efectúen reformas democráticas que les permitan elegir a su propio dirigente.
La marcha anual de protesta se ha vuelto cada vez más popular en los últimos años, lo cual subraya el creciente abismo entre Hong Kong y el gobierno central de China 16 años después de que la ciudad dejó de ser una colonia británica y regresó al control de Beijing.
Este año, los manifestantes desataron su ira contra la actuación del líder Leung Chun-ying, designado por el gobierno central y quien ha estado involucrado en una controversia tras otra desde que asumió el cargo hace un año. Leung no fue elegido, sino que fue seleccionado por una comisión de élites pro-Beijing y pro-empresa.
«¡Una persona, un pie! ¡Echemos a Kick Leung Chun-ying!», dijeron los organizadores a los manifestantes, que en ocasiones desafiaron fuertes lluvias para reunirse en el punto de partida de la marcha en un parque central. Los manifestantes protestaron a pesar de un festival de música pop coreana y otros eventos que los críticos dicen que tenían por objeto distraer a la gente para que no participara en la manifestación.
Los organizadores dijeron que 430 mil personas participaron en la protesta, mientras que la policía dijo que la participación máxima en el evento fue de 66 mil. Investigadores de la Universidad de Hong Kong calcularon que participaron entre 88 mil y 98 mil personas.