Homicidio por propofol más cinco drogas: Forense


La muerte de Michael Jackson hace más de dos meses fue un «homicidio» causado principalmente por una «aguda intoxicación por propofol» y otras cinco drogas recetadas, anunció este viernes el Instituto de Medicina Forense de Los íngeles.


Después de varias semanas de especulación las autoridades forenses publicaron los resultados de la autopsia realizada al músico, que cita en total seis drogas que estaban en el cuerpo de Jackson cuando sucumbió a los 50 años de un paro cardiaco el 25 de junio en una mansión de Beverly Hills (oeste de Los íngeles).

La causa de la muerte -que fue considerada «homicidio»- fue establecida como una «aguda intoxicación por propofol», un poderoso anestésico de acción rápida utilizado para la anestesia general en hospitales, y «efectos del benzodiazepina», un psicotrópico que produce efectos sedantes e hipnóticos, ansiolí­ticos, anticonvulsivos, amnésicos y relajante muscular.

«Los medicamentos propofol y lorazepam fueron encontrados como las principales drogas responsables de la muerte del señor Jackson», apuntó el comunicado del Instituto Forense.

«Otras detectadas fueron: midazolam, diazepam, lidocaina, efedrina».

El informe final de los forenses incluye el reporte toxicológico completo que será mantenido como un documento confidencial a pedido del Departamento de la Policí­a de Los íngeles (LAPD) y la Fiscalí­a de Los íngeles.

El lunes, documentos judiciales sobre la investigación de la muerte de Jackson revelaron que el cantante tení­a «niveles letales» del poderoso anestésico propofol e indicaron que su médico personal, Conrad Murray, habí­a estado suministrando al cantante medicamentos fuertes para tratar su insomnio.

Según el doctor, un insomnio severo atormentó los últimos dí­as de vida de Jackson, que ante la imposibilidad de conciliar el sueño suplicaba a su médico por «su leche»: un cóctel de Valium, Lorazepam y Midazolam combinado con propofol para poder apagar sus demonios.

El cardiólogo Murray habrí­a admitido que inyectó las primeras veces 50 miligramos de Propofol y luego fue bajando la dosis.

Cuando redujo la dosis a la mitad, 25 miligramos, el médico decidió mezclar el tratamiento con Lorazepam y Midazolam, otros sedantes fuertes, según documentos judiciales publicados por varios medios locales el lunes.

Según los documentos, Murray decidió discontinuar el suministro de Propofol mezclado con otros sedantes dos dí­as antes de que Jackson colapsara, el 25 de junio.

Pero el dí­a que Jackson murió, las quejas del cantante por la falta de sueño le habrí­an hecho cambiar de parecer, según la declaración jurada.

Murray dijo a la policí­a que el 25 de junio a la 01:30 horas de la madrugada en Los Angeles (08H30 GMT) le dio Valium al cantante y, como no le hizo efecto, media hora después decidió inyectarle Lorazepam.