Con una exposición, lecturas, programas de radio y un concierto, Italia rinde homenaje a Primo Levi, sobreviviente y gran testigo del Holocausto, que se suicidó el 11 de abril de 1987, más de 40 años después de su regreso de los campos de exterminio nazis.
Su obra mayor, «Si es un hombre», publicada en 1947 en Italia después de su regreso del campo de Auschwitz, fue traducida a unos treinta idiomas y se vende aún a razón de 200.000 ejemplares por año en Italia, donde figura en el programa escolar.
No obstante, Einaudi, el gran editor de Turín, ciudad natal de Levi, había rechazado el libro, que finalmente fue publicado por una pequeña editora que sólo vendió 1.500 ejemplares.
A partir del 17 de abril, Turín será sede de la exposición «Primo Levi, porque es un hombre».
La muestra será presentada simultáneamente en la ciudad francesa de Lyon (centro este) y tiene por objeto hacer conocer las múltiples facetas de Primo Levi, a menudo reducido a un papel único de testigo y al que la crítica le rechazó durante mucho tiempo la calidad de «escritor».
«No se convirtió en escritor por su experiencia en Auschwitz. Antes ya quería escribir pero no tenía identidad literaria. La pareja escritor-testigo complica su obra haciéndola más rica», explicó Marco Belpoliti, encargado de las obras completas de Levi en Einaudi y que realizó un programa de diez episodios para la Radio Pública Italiana (RAI).
La exposición consiste en paneles cuyos tonos se ensamblan y se transforman, alusión a su profesión de químico que permitió a Levi escapar a la muerte trabajando en un laboratorio del campo de concentración.
Su profesión también sirvió de inspiración para «El sistema periódico», donde asocia episodios de su vida a los elementos químicos, así como para su único texto inédito actualmente, «La doble relación», compuesto por cartas escritas a una mujer.
También escribió poemas que inspiraron al compositor español Luis de Pablo para crear una obra que será interpretada el jueves y el viernes por la orquesta de la RAI en Turín.
El historiador Walter Barberis animará en Turín una velada de lecturas en torno al libro «Los náufragos y los sobrevivientes» (1986), últimas reflexiones sobre la deportación y donde evoca el riesgo que se repita un genocidio como el cometido por los nazis.
Profundamente laico, nacido en una familia que practicaba poco, Levi tuvo conciencia de ser judío cuando se promulgaron las leyes raciales de 1938.
«No había comprendido y había asociado la palabra judío –pronunciada en italiano como ebreo–, con la palabra libro», confiaba al diario la Stampa quien unas semanas más tarde se lanzaría al vacío desde una escalera en su casa natal en Turín.
«No estoy tan vivo como para suprimirme», expresaba en su obra «Si es un hombre», escrita cuando tenía 27 años.
Su suicidio provocó grandes interrogantes.
Walter Barberis no cree que su muerte esté relacionada con la deportación. «Estaba deprimido por razones privadas, enfermo y convencido de que tenía poco tiempo de vida».
Levi había afirmado también que «nadie puede comprender las razones de un suicida».