Con motivo del Dí­a Nacional del Periodista, a celebrarse el próximo lunes 30 de noviembre, Oscar Marroquí­n Milla recibió hoy un reconocimiento por su trayectoria dentro del mundo de la información cotidiana.

La Hemeroteca Nacional, la cual lleva el nombre de su padre «Clemente Marroquí­n Rojas» fue el escenario perfecto para imponer laureles a su trayectoria de toda una vida.

Junto a él, también fueron homenajeados Alfred Kaltschmitt, í‰rick Salazar, Silvia Tejeda y Luz Méndez de la Vega, por el trabajo profesional dentro del campo de las letras informativas.

Con ello, además, la Hemeroteca Nacional da por concluido el ciclo 2009 con ésta que será su última actividad pública del presente año.

Marí­a Eugenia Gordillo, directora de la Hemeroteca Nacional «Clemente Marroquí­n Rojas», indicó que el homenaje a Marroquí­n Milla fue justificado por su trayectoria dentro del periodismo, así­ como el valioso aporte que él ha ofrecido en el transcurso de su vida.

En forma especial, Marroquí­n Milla recibirá el Botón de Oro «Pedro Julio Garcí­a», el cual es ofrecido únicamente a las figuras más destacadas del periodismo nacional.

Marroquí­n Milla nació en un ya lejano 1924; desde pequeño, fue amamantado en medio de la tinta y el papel periódico, ya que su padre, Clemente Marroquí­n Rojas -fundador de La Hora- ya incursionaba en pleno desde esta «Tribuna, no mostrador».

Desde joven, Marroquí­n Milla se interesó en el periodismo y rápido incursionó en este oficio. Al igual que su padre, también fundó varios medios escritos, como La Hora Dominical, dedicada a la información del mundo cultural y social de Guatemala, y posteriormente Impacto, un medio de comunicación de noticias.

Asimismo, incursionó en la vida polí­tica del paí­s, alcanzando dos diputaciones al Congreso de la República, además de representar en la Asamblea Nacional Constituyente y ejercer la presidencia del Crédito Hipotecario Nacional.

Posteriormente, también fue director de este vespertino, desde donde ejerció épicas batallas denunciando la corrupción y las malas prácticas polí­ticas y económicas, sobre todo en los tiempos más difí­ciles cuando recrudecí­a la presión por el conflicto armado interno.

No fue ajeno a las presiones y a los problemas por la denuncia. Por ejemplo, el momento triste de verse en los problemas del exilio entre 1930 y 1940 cuando tuvo que exiliarse. Al caer Jorge Ubico, regresó junto a su padre a Guatemala.

A su regreso, ambos, impulsaron la fundación de la Asociación de Periodistas de Guatemala, la cual es ahora gozo de quienes ejercen la profesión.