Un hombre de Indiana dice que perdona a sus padres por secuestrar a su hijo hace casi 20 años y por criarlo ellos, pero no entiende por qué pensaron que él era un mal padre ni por qué cortaron todo contacto con él y el resto de la familia.
Richard Wayne Landers le dijo ayer a The Associated Press que antes que sus padres se desaparecieran con su hijo de 5 años en 1994 durante una disputa legal por el derecho a la patria potestad del niño entre él y su exesposa, le dijeron al juez que él no quería criar a su hijo y tenían un diario con una lista de razones por las que pensaban que era un mal padre. Landers dijo que era un tiempo de muchas tensiones y no puede recordar los detalles de las acusaciones, pero que éstas no eran ciertas.
«Es un poco como ahora. Mis emociones están divididas entre querer verlo y no querer perturbar su vida», dijo Landers por teléfono. «En aquel entonces era igual».
Landers, de 43 años, y su exesposa, Lisa Harter, eran jóvenes cuando tuvieron su hijo, Michael Landers, quien legalmente se cambió el nombre en el 2006 a Richard Wayne Landers. Indicó que eran tiempos difíciles y necesitaban corregir sus vidas y por eso les dieron la patria potestad de su hijo por un año a sus padres, Richard E. y Ruth Landers, quienes las autoridades han dicho vivieron en Browerville, Minnesota bajo nombres falsos, Raymond Michael Iddings y Susan Kay Iddings.
Landers dijo que estaba desempleado por un tiempo y que él y Lisa habían dormido en un automóvil por tres días antes de ir a vivir en un albergue por seis semanas, y después hallaron un departamento. Dijo que su matrimonio se deshizo porque Lisa pensaba que él no la defendía lo suficiente cuando los padres de él la criticaban.
Agregó que sus padres nunca le explicaron por qué le dijeron a un juez que pensaban que era un mal padre, pero cree que era porque estaban más preocupados por Lisa, que tiene ligeras deficiencias en su desarrollo.
«Ellos sabían que incluso si él ganaba la patria potestad que pasaría tiempo con ella», agregó.
Landers dijo que sus padres le insinuaron algo sobre su plan poco antes de que desaparecieran, pero sólo se dio cuenta después.
Se volvió a casar hace 22 años y tiene un hijastro de 27 años, pero dijo que desea ver a su hijo Michael, quien al parecer entendió las circunstancias y vivió voluntariamente con sus abuelos.
Las autoridades buscaron al niño en vano después que desaparición en 1994, pero reabrieron el caso en septiembre cuando Richard Landers recurrió a la Policía estatal de Indiana. Estos compararon el número de Seguro Social de su hijo, y eso los llevó al paradero de Michael Landers, que vivía en Minnesota.