Los estudios de cine de Hollywood se están preparando para bajar el telón el lunes, cuando se vence el contrato laboral con el máximo sindicato de actores y que deja abierta la posibilidad a una nueva huelga en la industria del entretenimiento.
Las negociaciones para renovar el contrato entre el Sindicato de Actores de Cine (SAG) y la Alianza de Productores de Películas y Televisión (AMPTP) terminaron en punto muerto el mes pasado y revivieron los temores de una paralización del sector tras la larga huelga de guionistas entre noviembre de 2007 y febrero de este año.
La prensa de Hollywood dijo que los estudios más grandes ya tienen entre sus planes los calendarios para completar las filmaciones de proyectos existentes.
Pero los estudios de televisión indicaron que fijaron los rodajes de la mayor cantidad posible de episodios de algunas series para poder tener material almacenado en caso de que se lance una huelga.
Por el momento ni el SAG ni otros sindicatos, como la Federación Estadounidense de Artistas de Radio y Televisión (AFTRA), han llamado a que se vote la autorización a una huelga, y ambos han dado señas de buena voluntad para negociar en julio.
Sin embargo un punto que ha complicado la situación es que el SAG, que cuenta con 120 mil miembros, y el AFTRA, con 70 mil afiliados, se enfrentaron en una amarga y pública discusión que ha puesto cara a cara en los medios a Tom Hans apoyando a un grupo y Jack Nicholson, al otro, entre otras estrellas.
En los hechos el AFTRA, considerado el sindicato más pequeño dio una aprobación tentativa a una negociación propuesta por el AMPTP, lo que disgustó a varios portavoces del SAG.
La dirigencia del SAG dijo que el acuerdo socava su propia posición para negociar e inició una agresiva campaña de persuasión con 44 mil asociados al AFTRA urgiéndoles rechazar esa aprobación tentativa cuando llegue el momento de votarla.
La división de los dos sindicatos confrontó a estrellas de alto perfil como Tom Hanks, Kevin Spacey y Alec Baldwin respaldando al AFTRA y Jack Nicholson junto a Ben Stiller del lado del SAG.
El desacuerdo trajo a las primeras a George Clooney que el jueves divulgó un comunicado llamando a la unidad y afirmando que el fracaso entre los dos grupos sindicales fortalece solamente la posición de los grandes estudios.
«De una cosa pueden estar seguros de estas historias sobre Jack Nicholson vs. Tom Hanks, solo fortalecen el poder de negociación de la AMPTP», recalcó Clooney.
«Antes que estar confrontando un artista contra otro artista, quizás podríamos encontrar una forma para plantear los que los dos sindicatos están buscando».
Los actores de cine desean que se aumenten los salarios para sus colegas de menos perfil que aquellos que aparecen en las grandes producciones y que ganan menos de 100 mil dólares al año, además de pedir una porción mayor de los beneficios que obtienen los estudios de las ventas de DVD y productos audiovisuales en las nuevas plataformas tecnológicas.
Los estudios dijeron que el nuevo contrato con los actores seguirá lineamientos similares a los acuerdos alcanzados con los sindicatos de guionistas y directores a principios de este año, y acusó al SAG de presentar pedidos irracionales.
Janet Wasko, autora de «The Contemporary Hollywood Film Industry» (La Industria Cinematográfica Contemporánea de Hollywood) y «How Hollywood Works» (Cómo trabaja Hollywood), indicó que los estudios pueden soportar un eventual paro.
«La industria está en capacidad de resistir estas cosas porque suelen ser parte de grandes conglomerados», dijo Wasko.
«Pero pareciera que todo el tiempo las nuevas tecnologías vuelve sobre el tapete (…) Eventualmente ellos hacen dinero a través de las nuevas plataformas, pero sigue habiendo resistencia por parte de los productores por compartirlo».
El impasse en las negociaciones ya afectaron la producción de varios proyectos de grandes presupuestos, entre ellos «íngeles y Demonios», la continuación que lanzará Sony Pictures de «El Código Da Vinci».
Según informes de prensa, previendo una eventual huelga estarían finalizando la filmación en una locación en Europa.
Mientras tanto, la capital del entretenimiento de Estados Unidos cruza los dedos porque se evite una nueva huelga meses después de que la prolongada paralización de guionistas costara, según estimaciones, 2 mil millones de dólares en pérdidas y el recorte de unos 37 mil puestos laborales.
George Clooney
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