El presidente de Francia, François Hollande, que concluye hoy una visita de dos días a México, recibió las llaves de la capital mexicana de manos del alcalde Miguel Ángel Mancera, que lo declaró huésped distinguido.
Hollande acudió al Antiguo Palacio del Ayuntamiento para recibir la distinción, antes de participar en el Ministerio de Relaciones Exteriores en la clausura de un foro económico franco-mexicano, junto con el presidente Enrique Peña Nieto.
«México no es un país emergente como se dice. Es una potencia económica», afirmó Hollande ante unos 400 empresarios y funcionarios en el encuentro económico «México y Francia: dos actores complementarios en las cadenas globales de valor».
El presidente francés señaló que su gobierno impulsará el intercambio comercial y las inversiones entre los dos países y expresó su apoyo al proceso de actualización del tratado comercial entre México y la Unión Europea (UE), firmado en 1997.
«Tenemos que eliminar las barreras que a veces traban la exportación y la importación de nuestros productos», indicó.
Peña Nieto señaló que la relación económica entre Francia y México, que asciende a unos 4.900 millones de dólares anuales según cifras oficiales mexicanas, es «importante», pero «tiene un horizonte amplio y de mayor crecimiento».
Después de su participación en el foro, los dos presidentes tienen previsto hacer un recorrido por el centro arqueológico de Teotihuacán, unos 50 kilómetros al noreste de la capital mexicana.
Luego se trasladarán a Querétaro, en el centro del país, para inaugurar un campus aeronáutico de capacitación de técnicos e ingenieros para ese sector.
Hollande cerrará su agenda con un recorrido por las plantas de la empresa francesa Safran de equipamiento aeronáutico y de la compañía europea Airbus Helicopters en Querétaro.