La reina Beatriz anunció esta semana que en breve abdicará en favor de su hijo mayor, en una decisión que entronizará a la argentina Máxima Zorreguieta como reina de Holanda en su condición de esposa del futuro rey, el príncipe heredero Guillermo Alejandro. La decisión, esperada desde hace mucho tiempo, pondrá fin al reinado de 33 años de Beatriz, quien es muy querida por sus súbditos y ha mantenido unida a la sociedad holandesa.
«La responsabilidad por nuestra patria debe estar ahora en las manos de una nueva generación», dijo Beatriz, una de las monarcas más longevas de Europa, en un sencillo discurso que fue transmitido al país por televisión para anunciar su abdicación en el palacio Huis ten Bosch pocos días antes de que cumpla 75 años.
El príncipe Guillermo Alejandro tendrá que esforzarse para lograr la popularidad de su madre, quien cumplirá 75 años en unos cuantos días. Será el primer rey de Holanda en más de 100 años desde que Guillermo III falleció en 1890.
La soberana anunció que cederá el trono el 30 de abril. Ese mismo día, Guillermo Alejandro será entronizado en una ceremonia en Amsterdam.
«El y la princesa Máxima están completamente preparados para sus futuras funciones», dijo Beatriz. «Servirán a nuestra nación con dedicación, preservando fielmente la constitución y trayendo todo su talento a la monarquía».
Guillermo Alejandro, de 45 años, tiene tres hijas jóvenes, es miembro del Comité Olímpico Internacional, piloto y especialista en administración de recursos hídricos.
Al paso de los años, ha tratado de ganarse el afecto de su país, de 16 millones de habitantes, y su esposa, que tiene una enorme popularidad, le ha ayudado a que sea más aceptado desde que su entonces novia se enjugó una lágrima durante su matrimonio en 2002.
El matrimonio se ha caracterizado por ser muy trabajador. Guillermo Alejandro imparte frecuentes discursos sobre el agua, comparte los siglos de experiencia que lleva su país —abajo del nivel del mar— tratando de permanecer seco, mientras que la futura reina Máxima, nacida en Argentina y ex banquera de inversiones, se ha forjado una carrera como experta en microfinanzas.
«Estoy profundamente agradecida por la enorme fe que ustedes me han demostrado en los muchos años en que tuve la oportunidad de ser su reina», añadió la reina Beatriz, cuyo tiempo en el trono ha estado marcado por cambios significativos en la sociedad holandesa y, más recientemente, por la tragedia personal.
La abdicación de seguro provocará sentimientos emotivos y patrióticos entre los holandeses, quienes adoran a Beatriz. En conversaciones cotidianas, muchos de sus súbditos se refieren a ella simplemente como «Bea».
El primer ministro Mark Rutte, partidario de la monarquía, rindió honores a la reina en su propio discurso.
«Desde que fue coronada en la década de 1980 ella ha dado toda su alma y todo su corazón a la sociedad holandesa», dijo Rutte. Beatriz sucedió a su madre, Juliana, como jefa de Estado.
El momento escogido es ideal: Es poco antes del cumpleaños de la reina. Los holandeses, famosos por su pragmatismo, no consideran el trono como un cargo vitalicio. Además, Holanda celebrará a fines de año el aniversario 200 de su monarquía.
Existe la noción de que la reina permaneció tanto tiempo en el trono debido en parte a los cambios en la sociedad holandesa. El país está tratando de lidiar con una fuerte inmigración, particularmente del norte de África, y ha caído un poco su imagen de ser uno de los países más tolerantes del mundo.
En su discurso de Navidad en el 2010, Beatriz imploró a los holandeses a que se mantengan unidos, afirmando que «todos juntos conformamos el total que es una sociedad».
Se estima también que Beatriz estaba dejando pasar el tiempo para que su hijo pueda gozar de su paternidad antes de ser rey.
Beatriz ha dicho frecuentemente que los mejores años de su vida fueron antes de ser reina en 1980, cuando era una joven madre.
La abdicación ocurre en momentos difíciles para Beatriz. Hace un año, el segundo de sus tres hijos, el príncipe Friso, quedó en coma tras sufrir un accidente de esquí en Austria.
Aunque su cargo es en gran medida ceremonial, el gobierno anterior la despojó de una de sus pocas facultades, la de nombrar a un candidato para formar gobierno tras las elecciones parlamentarias.
En Buenos Aires, el embajador de los Países Bajos en Argentina, Hein de Vries, dijo al canal Todo Noticias que Máxima Zorreguieta es «una persona muy querida en Holanda, la persona más querida en la Casa Real (…); su popularidad es muy alta, con una preparación para cumplir esta función de larga data».
Al comentar cómo cambiarán sus obligaciones como futura reina de Holanda dijo que «su vida va a cambiar bastante» y «las obligaciones de cada día serán grandes».
Guillermo y Máxima contrajeron matrimonio en 2002 en la Iglesia Nueva de Amsterdam. El padre de ella no pudo acudir por el rechazo que creó en la clase política holandesa el hecho de que hubiera ejercido un cargo público durante la última dictadura militar argentina (1976-1983), cuando se desempeñó como secretario de Agricultura y Ganadería.
En una decisión que podría evitar posibles protestas, la Casa Real informó que Máxima le comunicó al primer ministro Rutte que sus padres no asistirán a la entronización.
Tras el anuncio de la abdicación, varias personas se congregaron frente al palacio real para expresarle parabienes a la reina Beatriz.
Laura Dinkshof llevó una pancarta naranja. «Esperamos que la vea», expresó. «(La pancarta) dice que fuimos muy felices con nuestra reina, que le deseamos un buen retiro y que confiamos en nuestro nuevo rey».
Beatriz
Reina holandesa