Holanda se retira el domingo de Afganistán


La misión militar de Holanda en Afganistán, considerada un ejemplo en la escena internacional, concluye este domingo, y aunque el ejército holandés se dice «orgulloso» por los resultados obtenidos en cuatro años, otros consideran que el trabajo «no está terminado».


«Hemos logrado resultados tangibles, de los que Holanda puede estar orgullosa», dijo el comandante en jefe de las fuerzas armadas holandesas, el general Peter van Uhm, en una rueda de prensa en La Haya.

Presente en Afganistán desde el 1 de agosto de 2006, Holanda ha desplegado a unos 1.950 soldados en las filas de la Fuerza Internacional de Asistencia a la Seguridad (ISAF), principalmente en Uruzgán, provincia del sur del paí­s donde los talibanes son muy activos. Veinticuatro soldados murieron en misión.

Pese a que la OTAN querí­a una prolongación de la misión holandesa de un año, hasta agosto de 2011, las divergencias sobre la cuestión se exacerbaron hasta provocar el 20 de febrero la caí­da del gobierno, por lo que la misión de los soldados no fue renovada.

«Le ofrecemos a la mayorí­a de la población unas condiciones de vida relativamente seguras, asistencia sanitaria, educación y comercio», destacó el general Van Uhm.

Holanda se encargó entre otras cosas de la construcción de una carretera asfaltada entre Tarin Kowt y Chora, las dos ciudades más pobladas de Uruzgán, y del entrenamiento de 3.000 soldados afganos.

Desde el inicio de la misión, que costó 1.400 millones de euros al gobierno holandés, el número de ONG presentes en Uruzgán ha pasado de seis a 50. El número de escuelas se ha doblado, hasta 179.

La estrategia holandesa, llamada «3D» -desarrollo, diplomacia y defensa- ha sido puesta de ejemplo en la escena internacional.

«El nivel alcanzado por sus fuerzas armadas y su personal civil en una de las regiones más difí­ciles de Afganistán se ha convertido en una referencia», aseguró el secretario general de la OTAN, Anders Fogh Rasmussen, en una carta al primer ministro holandés, Jan Peter Balkenende, el 4 de febrero.

Ya en el verano (boreal) de 2009, el presidente estadounidense Barack Obama rindió también homenaje al ejército holandés, «uno de los más notables».

Sin embargo, no todo son flores para el gobierno holandés.

«El trabajo no está terminado», considera Rob de Wijk, director del Centro de Estudios Estratégicos de La Haya. «Cuando empiezas a obtener éxitos, no puedes irte», dice a la AFP.

«Esta misión no puede concluirse en sólo unos años. Hacen falta 20 ó 30 para devolver la seguridad a un paí­s tan devastado por la guerra», destaca por su lado Wim van den Berg, presidente de la Federación holandesa de personal militar.

A partir del domingo, los holandeses serán remplazados por soldados estadounidenses, australianos, eslovacos y singapurenses.

«He hablado con algunos militares que están allá, y no están contentos de tener que marcharse. Quieren terminar lo que han empezado», cuenta a la AFP Jan Kleian, presidente de la asociación de defensa de los militares (ACOM)>.

El presidente afgano Hamid Karzai telefoneó el 22 de febrero a Balkenende para agradecerle la contribución militar holandesa.

Y este jueves, los talibanes felicitaron a Holanda por su inminente retirada.

«De todo corazón, queremos felicitar a los ciudadanos y al gobierno de Holanda por el coraje que ha tenido de tomar esta decisión independiente», declaró al diario holandés Volkskrant Qari Yusuf Ahmadij, presentado como el portavoz de los talibanes para el oeste y el sur de Afganistán.