Los maoístas y los partidos en el poder en Nepal alcanzaron el miércoles un acuerdo de paz histórico que estipula la entrada de los rebeldes en un gobierno interino antes de diciembre, con la esperanza de poner fin a 10 años de guerra civil en este país.
El gobierno provisional en el que los maoístas tendrán representación será formado antes del 1 de diciembre, según este acuerdo, que incluye también el desarme parcial de los insurgentes y del ejército regular nepalés.
«El Parlamento actual será disuelto y se formará un Parlamento provisional antes del 26 del noviembre. El gobierno provisional, que incluirá a los maoístas, se formará antes del 1 de diciembre», declaró a la AFP el ministro de Comercio, Hridayesh Tripathi.
La nueva Cámara contará con 330 escaños, de los cuales 75 irán a parar al Partido del Congreso Nepalés, 73 al Partido Comunista y otros 73 a los maoístas, precisó el ministro del Interior, Krishna Prasad Sitaula.
El resto de escaños será repartido entre los otros cinco partidos en el poder.
El anuncio se produjo al cabo de 16 horas de negociación, iniciadas en la mañana del martes, entre rebeldes y representantes gubernamentales.
Ambos bandos se felicitaron por un «avance histórico» y se pronunciaron a favor del fin de una década de insurrección que dejó más de 12.500 muertos.
El acuerdo «abre la puerta a la construcción de un nuevo Nepal», estimó el negociador gubernamental, Ram Chandra Poudel.
«Los siete partidos (de la coalición en el poder) y los maoístas concluyeron un acuerdo histórico para poner fin de manera pacífica a 10 años de insurrección», agregó la misma fuente.
También los rebeldes se mostraron satisfechos por el pacto.
Se trata de «uno de los avances más importantes en la historia política nepalesa», se felicitó el portavoz maoísta Krishna Bahadur Mahara.
«En adelante no nos presentaremos como una fuerza rebelde, sino como una fuerza política», aseguró esta fuente.
«Nuestro partido estima que se trata de un acuerdo histórico (gracias al cual) Nepal entró en una nueva era», subrayó Ananta, el comandante adjunto del Ejército de Liberación del pueblo maoísta.
Ambos bandos respetan un alto el fuego desde hace seis meses, aunque las conversaciones de paz fracasaron en 2001 y 2003.
Este nuevo ciclo de discusiones, iniciado en junio, tomó impulso el 30 de octubre cuando los guerrilleros (35 mil hombres) aceptaron colocar su arsenal bajo control de Naciones Unidas, con la condición de que el ejército regular nepalés (90 mil hombres) hiciese lo mismo.