En Britania, Irlanda, Escocia, Gales y la Isla de Man, los antiguos celtas conmemoraban el día que los irlandeses llamaban “Samhain”, o final del verano y comienzo de un nuevo año. Ese día era el 1 de noviembre, cuando el límite entre el mundo de la vida y el mundo de muerte se disipaba. Entonces espíritus malignos de los muertos podían volver al mundo de la vida, y causar daños y hasta reencarnar; y para repelerlos se celebraba, en la víspera, el festival de Samhain.
Algunos pueblos celtas comenzaron a profesar el cristianismo; y en el sínodo de Whitby, celebrado en el año 664, los celtas cristianos de Britania se sometieron a la autoridad de la iglesia católica. Entonces el día en que se celebraba el festival Samhain, es decir, e1 de noviembre, comenzó a ser sustituido por el día denominado “All Hallows”; expresión que significaba “Todos los Santos”. Y el día anterior a la celebración del festival Samhain, es decir, el 31 de octubre, fue denominado “Halloween”; palabra derivada de la expresión “All Hallows Even”, que significaba “Víspera de Todos los Santos”. Colígese que la palabra “Halloween” no denotaba una conmemoración de un suceso “pagano” sino cristiano.
El papa Bonifacio IV, que ejerció el papado desde el año 608 hasta el año 615, había elegido el día 13 de mayo para conmemorar a todos los santos que habían muerto, quizá para sustituir el día en que los romanos celebraban la Lemuralia, o festival para expulsar del hogar a los fantasmas maléficos de los muertos. Empero, el papa Gregorio III, que ejerció el papado desde el año 731 hasta el año 741, eligió el 1 de noviembre. En el año 837, el papa Gregorio IV reiteró esa elección.
Aproximadamente en el año 1030, el abad Odilo de Cluny eligió un día para conmemorar a todos los seres humanos que habían muerto (porque, aunque hubieran sido bautizados, quizá no habían expiado algún pecado, y había que contribuir a purificar sus almas). Ese día fue el 2 de Noviembre, y se llamó “Día de Todas las Almas”, que fue adoptado oficialmente por toda la iglesia católica de la época. Actualmente, en algunos países, ese día se denomina “Día de los Muertos”, y se celebra también en el día 1 de novi
El Samhain no fue el primer festival pagano, ni el segundo, que la iglesia católica sustituyó por una conmemoración cristiana. El primero fue el festival egipcio de Osiris, que se celebraba en el día 6 de enero. Osiris fue un divinizado rey de Egipto, y hasta considerado hijo de la suprema divinidad egipcia. La mitología relata que Osiris fue asesinado por su hermano Tifón (o Set), y que su cadáver fue cortado en 14 partes (o quizá 26 o 42); pero su esposa Isis las recolectó, y finalmente Osiris resucitó. El festival conmemoraba esa resurrección. En el final del Siglo II, la iglesia católica sustituyó el festival de Osiris por la conmemoración de la Epifanía, o más precisamente Teofanía, que significa “manifestación divina”. Esta manifestación había sucedido por lo menos dos veces: cuando los llamados “reyes magos” (que quizá eran sacerdotes medos) visitaron al recién nacido Jesús; y cuando Juan bautizó a Jesús.
El segundo fue el festival romano Saturnalia, cuya celebración comenzaba el 25 de diciembre. El festival conmemoraba el resurgimiento anual del Sol. Las autoridades eclesiásticos de los primeros siglos del cristianismo observaron, quizá con terror, que los romanos que se habían convertido al cristianismo persistían en celebrar la Saturnalia. Entonces, en el Siglo IV, la iglesia católica sustituyó ese festival por uno que festejaba el advenimiento de Jesús.
Post scriptum. Los celtas fueron un antiguo pueblo indo-europeo. Su religión se denominaba “druidismo”; y sus sacerdotes se denominaban “druidas”. El druidismo creía en múltiples vidas, en múltiples mundos y en múltiples dioses y en la presencia universal de un alma inmortal.