En el texto se encuentran reflexiones de George Lovell y Christopher Lutz, en torno a la vida y obra de Severo Martínez Peláez, inspiradas del contacto de los autores con el pensamiento de Martínez Peláez y, de una versión en inglés de su obra «La patria del criollo», que apareció por primera vez en español en 1970. Casi cuarenta años después esta obra sigue teniendo una resonancia y relevancia como ningún otro texto en la historiografía centroamericana.