El poder real adquirió gran fuerza con el paso de los años, triunfando sobre la economía feudal de carácter señorial y la economía mercantil de libertad individual.
En 1155 se inició la construcción de la catedral de Nuestra Señora de París, Notre-Dame de París y concluyó en 1250. Para algunos historiadores del arte fue la última de las grandes construcciones góticas.
En la Baja Edad Media, en París, Saint-Denis, Chartres, Rúan, Amiens, Ypres, Tournai, Lovaina, Bruselas, Laon, Senlis, Reims, Troyes, Sens, Gijón, fue la zona de la arquitectura gótica, influyendo hacia Europa.
La catedral de Reims, iniciada en 1211, con abundancia de ornamentación y de grandes dimensiones, en ella eran coronados los reyes de Francia.
Los Plantagenets fueron dueños de los principados de la costa. Se trató de una dinastía inglesa que reinó desde 1154 en los condados de Anjou, Maine y Poitou.
Los Capelos dominaron el camino que de Venecia conducía a Flandes, se consideraron herederos de Carlomagno. El rey Hugo Capelo gobernó en 987. La familia de los capelos eliminó a la familia de los carolingios.
En la batalla de Bouvines en 1214 Francia triunfó sobre el Sacro Imperio Germano en donde dominaba el feudalismo, con ello Francia cimentó una economía marítima, alejándose del feudalismo.
En el siglo XIV según el derecho natural adquirido desde los inicios del cristianismo, todos los hombres nacen libres, de ahí que a los siervos o campesinos se les dio libertad pero sin medios para trabajar ya que eran expulsados de las tierras. Las diferencias entre ricos y pobres se acentuaron y estallaron conflictos sociales. Lo mismo ocurrió en Flandes. Muchos campesinos impulsados por la miseria pasaron a formar parte como mercenarios en los ejércitos del rey.
Es importante resaltar un gran movimiento social urbano de grandes reivindicaciones, sus líderes: Nicolás de Rienzi intentó formar una confederación de comunas en Italia, lo mismo intentó unos años antes Jacobo de Artevelde en Flandes, el mismo proyecto en Francia con Esteban Marcel, dirigiendo por primera vez una comuna en 1358, más tarde en las comunas de Castilla se destacó Juan de Padilla.
El gran cisma del papado, con dos papas, uno en Aviñón con gran ostentación lo que provocó protestas del Dante. El otro Papa en Roma.
Los antecedentes del cisma, 1305-1377, provenían de la actitud del rey de Francia Felipe el Hermoso en desconocer los poderes temporales del Papa Bonifacio VIII.
Aviñón era un feudo pontificio, hacia él fue trasladado el Papa Clemente V, quien se convirtió en instrumento dócil del emperador francés, ante la inminente guerra en contra de Inglaterra no dudó en expropiar los bienes de los templarios llevando a la hoguera al Gran Maestre de la Orden.
La Iglesia representó durante un milenio toda una fuerza moral pero de pronto entró en un período de crisis. El Papa Gregorio XI abandonó Aviñón y de nuevo asentó en Roma en 1377 la capital de la cristiandad.
El gran cisma duró 40 años, 1377-1417. En Roma fue elegido Urbano VI, frente a él gobernó Clemente VII en Aviñón, así que hubo dos papas, pretendiendo ambos consagrar obispos y cobrar rentas de la Santa Sede.
Con el Concilio de Constanza en 1417 terminó el gran cisma, nombrándose a Martín V como Papa único.
La guerra de los Cien Años, las crisis económicas y religiosas culminaron en un sentimiento místico nacido en el pueblo, y una pequeña campesina originaria de Domrémy, Juana de Arco, tomó Orleáns en 1429, fue capturada en Compiegne y condenada a morir en la hoguera, sufrió el terrible suplicio en Rúan en 1432, unificando a Francia en contra del invasor inglés.