Los historiadores Manuel Morales y Aníbal Chajón dedican un capítulo a los antecedentes del actual cementerio, detallan las diferentes localizaciones de los cementerios ubicados en la recién inaugurada ciudad de la Nueva Guatemala de la Asunción, el primero en la actual plaza Gómez Carrillo, el segundo al lado del hospital San Juan de Dios, durante el gobierno del presidente Mariano Gálvez en 1831 y el actual, por orden del presidente Justo R. Barrios, en 1876, abierto al público en 1881, e inaugurado con el entierro de Ignacio Zamora el 1 de julio de ese año. En 1882 queda clausurado definitivamente el cementerio de San Juan de Dios.
Se describe con detalle la forma en que el diseño siguió el de la ciudad con trazo de damero, con calles jardinizadas y la plantación de variedad de árboles. Se llama cuadros a lo que en la ciudad se denomina manzanas. En realidad el cementerio es la idealización de la ciudad, en el que se pueden erigir monumentos magníficos para embellecer el espacio que en ocasiones sirve de paseo para jóvenes estudiantes y familias como sucede en La Reforma de Buenos Aires o el Panteón de Sucre, por ejemplo.
Explica que el edificio principal del Cementerio, las oficinas y los panteones erigidos fueron concebidos para demostrar el poder del gobierno y las capacidades económicas de las familias que financiaban los panteones, ya conocidos como mausoleos.
Hace una descripción de la arquitectura y funciones de los diferentes salones y espacios cubiertos.
Trata del uso del espacio conocido como Los Cerritos, que originalmente se creyó eran montículos naturales y que más tarde Carlos Navarrete descubrió que se trataba de vestigios prehispánicos que corresponden a un área marginal de Kaminal Juyú.
El plano original contempla la isla y la de Fábrica Media dedicada a los desposeídos y a las Hermanas de la Caridad. Los planos fueron actualizados por la arquitecta Dominique Chang.
La destrucción causada por los terremotos de 1917 y 18 causó destrozos en las edificaciones y obligaron a las autoridades a reconsiderar las dimensiones de los mausoleos y monumentos.
El crecimiento de la ciudad supuso para el gobierno de Estrada Cabrera la autorización de una ampliación del cementerio en veinte manazas. Dicha ampliación se hizo efectiva en el gobierno de Jorge Ubico.
El libro ofrece una explicación acerca de la nomenclatura de los espacios para sepultura: utilización indistinta de los vocablos: mausoleo y panteón, columbario o galería, nicho y sepultura.
Trata el aspecto más difícil de resolver, como es la sobrepoblación, la falta de supervisión en la construcción de mausoleos que ha dado lugar a la creación de callejones en desorden, el abandono de las edificaciones por parte de los deudos y la falta de recursos para una administración adecuada. Además, advierte del peligro que corren los monumentos y mausoleos por el crecimiento de los árboles y la maleza que cubre las orillas de los cuadros.
Otro de los problemas abordados es el vandalismo y la destrucción de las esculturas mortuorias.
ESTILO ARTíSTICO
Aníbal Chajón hace un recorrido por la historia del arte decimonónico y principios del siglo XX a través de los estilos con que se plasmaron los monumentos, donde explica que siendo más fácil implementar una obra escultórica de tamaño natural o menor, los artista que participaron de este trabajo, en su mayoría marmoleros italianos como son Antonio Doninelli, Francisco Durini y Martino Barsanti. Hicieron del cementerio una idealización de una ciudad, con parques adornados de monumentos alegóricos y fantásticos, se inspiraron en las corrientes románticas, neoclásicas, Arte Deco y Art Nouveau, movimiento en auge en la Europa de entre siglos.
Otro escultor destacado es Domingo Goycolea, de quien dice Chajón, citando a la historiadora Alcira Goicolea, se inspiraba en los modelos de cementerios franceses. Los primeros monumentos están inspirados en el Romanticismo, con la consecuente nostalgia del Medioevo y, que dio como resultado las nomenclaturas de Neogótico, Neorománico y Neorenacentista.
PATRIMONIO NATURAL
Respecto al patrimonio natural el biólogo Estuardo Solórzano presenta un completo estudio sobre la flora del lugar, recorre la historia de cada especie, su fecha de siembra, sus cualidades. hace una detallada descripción de las especies que lo conforman, con aproximadamente 950 árboles entre los que destacan las araucarias, cipreses, pinos, manzanote, eucalipto; ciertamente sembrados de manera irregular y, además, hubo alguna reforestación con múltiples subespecies, ello muestra una jardinización desordenada.
Explica también la edad de los árboles y la incidencia de los vientos así como la calidad del suelo que los mal nutres y la importancia de la vegetación para la protección a los mausoleos.
Estrategias para la conservación y revitalización del Cementerio General
Abarca las recomendaciones para rescatar el inmueble, posibles soluciones integrando a diferentes entes estatales. Se sugiere la modificación de asfalto en adoquinado, prohibición de nuevas construcciones en El Cerrito. Limpieza de la vegetación salvaje que obstruye las galerías y daña los monumentos.
Conservación y protección de los inmuebles, así como la restauración de algunos de ellos.
Entre algunas de las propuestas está de atraer a los propietarios de los inmuebles, bien por la dote, la exoneración del IUSI o por la apreciación a quien mejor mantenga la obra y, por otra parte, sancionar a quienes alteren o destruyan parcial o totalmente el patrimonio cultural.
Fortalecer la seguridad interna, capacitar personal para el mantenimiento, cobrar por el ingreso a turistas, construir caminamientos o ciclovías, hacer un estudio sobre la situación del pórtico y de los edificios más antiguos, para buscar solucionar los remozamientos y conservación de cada uno.
Además, incluye un recorrido por los cementerios de otros departamentos y su descripción y situación actual y concluye con una importante bibliografía de consulta.
Diario La Hora y Editorial Universitaria sortean dos libros de “Historia, arte y conservación del Cementerio General de la ciudad de Guatemalaâ€. Tan sólo envíe un correo electrónico a lahora@lahora.com.gt, con el asunto “PROMOCIí“N CEMENTERIOâ€, o envíe una carta a las oficinas de La Hora (9ª. calle “A†1-56 zona 1) e incluya su nombre, documento de identificación y teléfono.
Hacemos saber también que los dos libros de “Correspondencia del exilio. Luis Cardoza y Aragón y Juan José Arévalo (1950-1967)†fueron ganados por César Estuardo del Valle C., y Roberto Díaz Rojas, quienes pueden pasar a partir del lunes, de 8:00 a 17:00 horas, a recogerlo en Diario La Hora.
Y los ganadores de tres libros de “El tiempo viejo†de Ramón A. Salazar fueron entregados a María Eugenia Gordillo, Rolando Chinchilla Castañeda y Vitty Herrera.
Gracias por su participación y les instamos a que sigan participando.