HISTORIA


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Dicen que las historias de amor empiezan inesperadamente, que solo transcurren como el viento entre los arboles por inercia pura, pero logran empapar como una lluvia imprevista de invierno.

David Alvarado

Que la vida pasa y el amor se vuelve fuerte, que algunas veces muere, otras sobrevive moribundo y algunas otras más tiene la suerte de nunca sentirse rechazado. Nuestra historia de amor es diferente.

Como el capítulo perdido de una novela de ficción, como ese fragmento, inconcluso, que nunca salió de las manos del escritor.
Así es nuestra historia, sin un inicio aparente, con un final inminente, pero en esencia más valiosa que una obra entera llena de rencor.
Es al final solo nuestra, tan trascendente, tan de repente… tan tuya y mía, tan de los dos.
Dicen que las historias de amor solo empiezan, muchas de ellas en espera de un punto y final. Yo le pondría tres en lugar de uno… para mantener la expectativa de lo que pueda pasar…
Yo te regalo mi hoy, con diálogos inentendibles, besos furtivos, caricias desprevenidas y miradas que no van hacia ningún lugar. Yo te regalos mis intenciones, mis ganas, mis deseos de un instante más lleno de ti, contigo en mí.

Y si esto termina y todo se vuelve penumbra y si todo esto solo va para al archivo de cada quien. Te archivare en la letra E de “especial” y quizá también guarde una copia en la A de “amor” y quizá de pronto en cada una de las letras donde siempre hubo espacio para ti.
Dicen que las historias de amor empiezan inesperadamente…