Mientras más cerca está de concretarse la reforma del sector de servicios de salud en Estados Unidos, más preocupadas se muestran las organizaciones que defienden los derechos de los hispanos ante las consecuencias que podría tener el nuevo sistema para los inmigrantes.
Antes de que fuera aprobado el pasado fin de semana un proyecto de ley de reforma sanitaria en la Cámara de Representantes, los líderes en el Congreso sostuvieron varias rondas de negociaciones con el bloque hispano de legisladores que se negaban a votar a favor de un plan que excluía a los millones de indocumentados.
Ahora, a pesar de que el plan tuvo luz verde en la Cámara y está en camino al Senado, millones de latinos en Estados Unidos corren el riesgo de no acceder a los servicios de salud ofrecidos por la nueva legislación, advirtieron representantes de la comunidad hispana.
Mientras tanto, aquellos que se oponen a una reforma migratoria ejercen mayor presión sobre los legisladores para que se les niegue la cobertura sanitaria a los millones de inmigrantes indocumentados que residen en el país.