Hispano trata de recuperar Texas para demócratas


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Los demócratas no ganan una elección en Texas desde hace dos décadas y lo atribuyen a la apatía de los votantes de ese partido más que a una hegemonía republicana en el estado. La misión de movilizar la base demócrata recae en Gilberto Hinojosa, el primer presidente del Partido Demócrata de Texas de origen hispano.

Por CHRIS TOMLINSON
AUSTIN /Agencia AP

Hinojosa, quien es hijo de inmigrantes mexicanos, dice que ha recorrido el estado desde su elección hace un año y que comprobó que la mitad de las organizaciones locales del partido casi no funcionan. Su meta, indicó, es darles nueva vida.

El gran problema del partido en las últimas décadas fue que no pudo movilizar a su base, formada por hispanos, afroestadounidenses y liberales, que constituyen la mayoría de los texanos, según Hinojosa. El líder hispano recordó lo que dijo el estratega demócrata Paul Bengala: que Texas no es necesariamente un estado republicano, sino un estado cuya población no vota.

Las organizaciones locales son las encargadas de concientizar a la gente, recaudar dinero y sacar a los votantes a la calle. Si no pueden reunir fondos y garantizar que un demócrata puede ganar una elección, ni siquiera los mejores candidatos tendrán la mínima posibilidad de salir airosos, afirmó Hinojosa en una entrevista con AP.

«El principal problema de los últimos 20 años ha sido que no nos enfocamos en las organizaciones partidarias locales», manifestó. Citó el ejemplo de la zona conocida como Panhandle, que abarca 26 condados en el norte del estado y donde la participación en los comicios ha sido «paupérrima», según él.

El partido necesita una transformación, dice Hinojosa, que viene trabajando en eso desde que fue elegido presidente.

Hinojosa celebraba el primer aniversario de su elección cuando cientos de mujeres comenzaron a presentarse en sesiones de comisiones legislativas en Austin para protestar una prohibición del aborto luego de 20 semanas.

Esas protestas y una maniobra obstruccionista de 13 horas de la senadora de Fort Worth Wendy Davis atrajeron la atención internacional e hicieron que se hablase mucho de las posibilidades de que los demócratas puedan volver a ser competitivos en Texas. El gobernador Rick Perry sostuvo que la noción de que un demócrata gane una elección en Texas por primera vez en 20 años es «un sueño imposible», mientras que otros dicen ahora que no es imposible sino «poco probable».

El partido le está suministrando a los voluntarios la tecnología más avanzada e información para identificar a los posibles votantes demócratas, señaló Hinojosa.

«Nunca han tenido la información ni la capacitación que les estamos dando», expresó. «Están muy entusiasmados».

Los demócratas, sin embargo, no tienen demasiado dinero. El partido estatal informó haber recaudado 57.867 dólares en la primera mitad del año y tener 47.775 dólares de sus comités de acción política, que canalizan fondos para campañas. En su cuenta bancaria había 33.144 dólares. En su declaración a la Comisión Electoral Federal dijo tener recibos por un valor total de 476.329 dólares para el primer semestre y solo 44.250 en efectivo.

El partido, por otro lado, enfrenta el dilema del huevo y la gallina a la hora de presentar candidatos. Los políticos no quieren postularse a menos que piensen que pueden ganar, mientras que los votantes no van a las urnas si no hay candidatos atractivos.
Es por ello que mucha gente está pendiente de Davis, quien ha formado una coalición de hispanos, negros y progresistas que según Hinojosa puede darles la victoria a los demócratas.

«Wendy puede movilizar jóvenes hombres y mujeres de distintos sectores demográficos», afirmó el presidente del partido, que está tratando de convencer a Davis de que se postule a algún cargo importante.

Si lo hace, eso podría estimular a una cantidad de figuras prometedoras que están considerando presentar candidaturas.

Hinojosa sabe que los candidatos demócratas deberán presentar mejores propuestas que los republicanos.

«El votante texano no ha podido escuchar a nuestros candidatos explicar lo que pueden hacer por ellos», sostuvo. «Tenemos que presentar candidatos mejores, o al menos tan buenos, como los de los últimos 3 o 40 años».

Los demócratas creen que el giro a la derecha que están dando muchos republicanos para captar la base conservadora de ese partido puede favorecerlos. E Hinojosa confía en que unas demandas relacionadas con la redistribución de distritos electorales demoren las primarias y generen una batalla prolongada en la que los republicanos se inclinarán más todavía hacia la derecha.

En el 2010, 7 millones de personas participaron en la elección de alcalde de Houston y el demócrata Bill White perdió por 630.000 votos. Hinojosa dijo que los demócratas no deben tratar de hacer cambiar de parecer a esos 7 millones de votantes, sino asegurarse de que los otros 7 millones de habilitadas para votar que no lo hicieron acuden esta vez a las urnas.

«No será fácil», indicó. «Pero todos los sectores del Partido Demócrata tienen que intentarlo».