Desde hace 34 años, Hino Guatemala se ha dedicado a ensamblar camiones de todo tipo, convirtiéndose la prestigiosa marca en un sinónimo de calidad y desarrollo humano, lo que se confirma con las palabras de sus directivos: «el valor más importante que tenemos dentro de la empresa es que a todos nos enseña a buscar la calidad».
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En 1972 en Guatemala, la familia Siekavizza adquirió la representación de la marca de camiones Hino (originaria de Japón). «Antes de que la comprara mi papá, la empresa estaba totalmente en quiebra y tenía una participación en el mercado nacional de 1.5 por ciento; tres años después, se logró posicionar como la marca líder en el mercado de camiones en el país, con una participación del 27 por ciento, y actualmente incrementamos al 45 por ciento», comenta Manuel Antonio Siekavizza, Gerente General de la empresa.
Hino Guatemala, ensambla camiones desde 1976, sin embargo muy pocos son los guatemaltecos que realmente tienen conocimiento de ello. Siekavizza, Gerente General de la empresa, comenta que se debe simplemente a que «el guatemalteco promedio no confía ni en su gente ni en lo que su gente puede hacer, pero están muy equivocados, realmente en Guatemala hay gente muy capaz, gente muy trabajadora y con mucha visión»
Hino Guatemala exporta camiones a todos los países de la región centroamericana y a Cuba. «Desde 1976 hasta la fecha hemos ensamblado un poco más de 10 mil camiones». Tenemos 49 modelos distintos en toda Guatemala y somos la única empresa que tenemos el rango completo en capacidades de carga en sus vehículos», expresó.
ENSAMBLADORA
«En 1976, mi papá viajó al Japón y pidió que le enviaran los camiones desarmados. Al principio los japoneses se negaron, no confiaban que en Guatemala pudiera existir mano de obra calificada para poder ensamblar un camión; pero cuando vieron al personal, accedieron», expresó el Gerente.
Hoy en día, la planta de ensamble tiene la capacidad de armar en turno normal de 3 a 5 camiones, dependiendo del tamaño y la complejidad del mismo, por día, y haciendo turno doble hemos llegado a ensamblar hasta 10 camiones diarios.
Desde el inicio, comenta Siekavizza, se decidió que el proceso fuera en su mayoría automatizado. «Como todo buen empresario, buscamos reducir costos, pero la reducción de costos en el proceso de ensamble hizo que nuestro personal se especializara. El promedio de antigí¼edad de la gente que trabaja para Hino Guatemala y en nuestra planta de ensamble es de 15 a 20 años, hay que imaginarse el grado de experiencia que tiene esta gente, el grado de conocimiento que ha logrado alcanzar, es gente que tiene pocos estudios, pero realmente tienen un grado de ingenieros, por lo que saben».
«Debido a la calidad del ensamble, del trabajo y del cuidado y esmero que la gente de Hino Guatemala pone para desarrollar un producto inigualable, desde 1976 a la fecha, dos camiones han venido por el faltante de alguna pieza» puntualiza.
«Â¿Qué tenemos que hacer para solventar las necesidades del cliente?, esa es nuestra filosofía de trabajo. Y eso es lo que tenemos que hacer, el éxito de Hino es su servicio post-venta que le llamamos, Respaldo Total,» comenta el Gerente.
Y agrega que lo más importante es no romper la promesa de siempre dar la excelencia en todo lo que se hace, «cuando uno se compromete a trabajar bien, si se hace un buen trabajo se consigue una satisfacción personal, y la gente que trabaja alrededor estará agradecida y querrán trabajar de nuevo. Es un principio básico de honestidad; si se trabaja duro, siempre irá bien».
Siekavizza comentó que gracias a la calidad que Hino Guatemala ha presentado en su trabajo en el ensamble de camiones, Hino Japón dio vía libre para que en la ensambladora del país realizaran cualquier modificación en el chasís que se quisiera.
Siekavizza menciona que Hino Guatemala desarrolló el 4×4 FT1J: «este es un vehículo que se utiliza para correr el Rally de París Dakar, solo que en su versión civil, no en la versión de carrera. Es un vehículo que tiene prohibida su venta a nivel mundial, excepto algunos países, ya que Japón tiene miedo que ese vehículo vaya a ser utilizado para uso militar.