Un hincha argentino de 57 años murió hoy en el Hospital Cardiológico de Ciudad del Cabo, informó una fuente de la embajada en Sudáfrica.
El aficionado, identificado como Luis Forlenza, había sido hospitalizado el domingo pasado en circunstancias aún confusas, después del partido en que Argentina fue eliminada del Mundial con una goleada de Alemania por 4-0.
Una versión de la prensa argentina sostiene que el hincha integraba un grupo de «barrabravas» (hinchas violentos) que sufrió un ataque de otros connacionales, al parecer en un enfrentamiento por una bandera.
La muerte fue confirmada por la embajada argentina en Sudáfrica con un breve comunicado en el que «lamenta el fallecimiento de Luis Forlenza (…) de un infarto masivo de miocardio».
Argentina fue uno de los países que más aficionados movilizó a la nación sudafricana, calculándose entre 15 mil y 20 mil los que presenciaron cada partido en los estadios.
Varias decenas de «barrabravas» llegaron o intentaron llegar a Sudáfrica e incluso estuvieron en el estadio Ellis Park en el primer partido contra Nigeria (1-0), pero luego las autoridades locales comenzaron a combatir su presencia.
Durante la Copa del Mundo, 18 hinchas calificados por la policía como indeseables fueron expulsados de Sudáfrica, en tanto que a otros 12 se les negó la entrada en la Aduana del aeropuerto y 32 regresaron de manera voluntaria a su país.
En Argentina se han registrado decenas de muertes en las últimas décadas por hechos de violencia en el fútbol vinculados a la acción de los «barrabravas».
Antes del Mundial, Argentina había colaborado con la entrega a las autoridades sudafricanas de una lista con 800 nombres de «barrabravas».
Desde 1924, murieron en Argentina 241 personas por actos de violencia en espectáculos deportivos, según estadísticas de la entidad no gubernamental Salvemos al Fútbol.