Hijo insinúa que Alzheimer de Reagan se inició en presidencia


El hijo de Ronald Reagan insinúa en un nuevo libro que su padre padecí­a de las primeras etapas de Alzheimer cuando aún era presidente.


Agrega que cree que el difunto mandatario habrí­a dejado la Casa Blanca antes de que su perí­odo terminara en 1989 si la enfermedad hubiese sido diagnosticada en ese entonces.

Los párrafos de «My Father at 100» (Mi padre al cumplir 100 años), de la editorial Viking del Penguin Group (USA), fueron citados primero por la publicación U.S. News & World Report.

«No he visto evidencia de que mi padre (o nadie más) estuviese consciente de su condición médica mientras él estaba en la presidencia», señala Ron Reagan. «Si el diagnóstico se hubiese hecho en, digamos 1987, ¿se habrí­a retirado? Creo que sí­ lo hubiese hecho».

Ronald Reagan fue diagnosticado con Alzheimer en 1994, cinco años después de dejar la Casa Blanca. El popular ex presidente estadounidense murió en el 2004 a los 93 años debido a complicaciones causadas por la enfermedad.

Reagan hijo recuerda cómo su padre empezó a tener dificultades para encontrar las palabras, lo que no encajaba para nada con su personalidad, y se veí­a «perdido y perplejo» durante los debates presidenciales de 1984, en los que se enfrentó a su rival demócrata Walter Mondale.

Escribe también que su padre puede haber sospechado del inicio de la enfermedad en 1986 cuando volaban sobre cañones al norte de Los Angeles que le eran familiares y se alarmó cuando no pudo recordar sus nombres.

Pero Ron Reagan sostiene que la salud de su padre no debe manchar su legado como el 40mo presidente de la nación.

«Â¿Deslegitima esto su presidencia? Sólo en el mismo modo en el que la enfermedad de Addison del presidente (John F.) Kennedy o la depresión clí­nica de (Abraham) Lincoln menoscabó la de ellos», señala Reagan. «Mejor, me parece, es juzgar a nuestros presidentes por lo que realmente lograron, que por los factores ocultos que pasaban en su contra».

«La probabilidad de esa condición, sin embargo, sirve como un recordatorio de que cuando elegimos a presidentes, elegimos a seres humanos con todas sus flaquezas y debilidades, psicológicas y fí­sicas», añade.