Hijo de comunista desgraciado…


 Todaví­a adormitado tomé los diarios del domingo 25 de enero, pero al leer el contenido de una noticia titulada «El presidente del Congreso denuncia una suculenta estafa», me despabilé del todo, pero luego me quedé aturdido.

Eduardo Villatoro
eduardo@villatoro.com

No puede ser -logré pensar- que el diputado que preside el Organismo Legislativo no se haya dado cuenta que la Guerra Frí­a es cosa del pasado, que desde hace más de 10 años se firmaron en Guatemala los Acuerdos de Paz, que la Unión Soviética se desintegró y que muchos de sus aliados de entonces optaron  por el sistema democrático al estilo occidental, y, sobre todo, terminó la represión militar en Guatemala contra los compatriotas que sustentan la ideologí­a marxista leninista y los demás guatemaltecos de izquierda democrática.

 Pero allí­ estaban las palabras supuestamente expresadas por el diputado Roberto Alejos Cámbara, en la página 3 de elPeriódico del domingo antepasado. La información señalaba que Sergio Morales, un laboratorista de 52 años, y Yuri Yashin Urrutia, un taxista de 30 años -quien finalmente fue liberado ante las súplicas de sus familiares-, debieron enfrentar las «acusaciones de estafa de un encolerizado Alejos» (sic).

     Morales y Urrutia fueron capturados cuando el primero hací­a un pedido de 50 pollos asados a cuenta del Congreso, pero el chofer de taxi tuvo la mala suerte que sus padres lo bautizaran con los nombre rusos de Yuri Yushin, lo que, aparentemente, despertó las sospechas del presidente del Congreso sobre sus desfasados antecedentes ideológicos.

Copio literalmente el párrafo escrito por la reportera Claudia Palma: «Ese Yuri ha de ser hijo de un comunista desgraciado de los años 80, comentó Alejos todaví­a exaltado…» (sic). Al leer esas palabras me puse a pensar que ni siquiera el académico, polí­grafo y culto columnista Raúl Minondo Ayau, de elPeriódico, utiliza ese lenguaje maccarthista.

    Una pregunta que le planteé a un colega cuando me preparaba a escribir esta nota derivó en que recibiera una llamada telefónica y un correo electrónico del  periodista Edwin Ruiz, director de comunicación social del Honorable, para indicarme que en realidad lo expresado por el diputado Alejos fue lo siguiente: «Creo que se llama Yuri, así­ como le poní­an a nuestros hijos en los años 80» (sic).

   ¿Quién dice la verdad? ¿La periodista Palma sesgó la declaración del presidente legislativo? ¿El relacionista defiende la versión e imagen del Presidente del Congreso? Una de dos: O la información periodí­stica no es veraz, o el diputado Alejos sí­ dijo semejante torpeza.

    (El legislador Romualdo Hacerca, presidente del Congreso de un paí­s latinoamericano que no es Guatemala, se dirige al pleno: «Señoras y señores diputados, tengo algo importante que decirles, así­ que escúchenme lentamente, por favor).