Hija planea dedicarse a la polí­tica


Desde que era niña, Pichu canta boleros acompañada por un guitarrista que usa sombrero vaquero pero que no ha logrado fama por la música sino por haber sido derrocado por un golpe de Estado: su padre, el hondureño Manuel Zelaya.


Hortensia Zelaya Castro tiene 24 años y los hondureños la llaman Pichu, el apodo que le puso su familia cuando era pequeña. De los cuatro hijos del mandatario (es la tercera), es la que ha tenido mayor protagonismo público desde el golpe de Estado del 28 de junio.

Pichu se lanzó con su madre Xiomara Castro y miles de hondureños a los que no conoce a una cruzada destinada a lograr el retorno y restitución en el poder de su padre, con quien desde que era niña ha conformado un dúo artí­stico «perfecto» que actuaba en fiestas familiares.

«Mi papá toca la guitarra y yo canto. Entonces hacemos el dúo perfecto, ya tenemos a qué dedicarnos después que termine todo esto. A mí­ papá le gustan mucho los boleros, a mí­ me encanta la trova también», dijo Pichu Zelaya en una entrevista.

Antes de que su padre llegara a la Presidencia el 27 de enero de 2006, ella estudiaba periodismo pero suspendió su carrera para ir a trabajar a la Casa Presidencial -aclara que sin sueldo- en programas para los jóvenes.

Además de cantar, «desde muy chiquita me ha gustado bailar. La salsa me fascina, me gusta el merengue, cosas así­ más moviditas», agregó Pichu, quien admitió que su padre es celoso con sus posibles pretendientes. Cuenta que ahora no tiene novio, pero no quiere revelar si tuvo antes.

«Mí­ papá es celoso, pero es lo normal, no es nada excesivo», contó Pichu, indicando que su padre siempre le dice en broma: «te vas a casar a los 32 años y (recién) a los 30 vas a tener novio».

«El lo dice en el sentido de que piensa que a los 30 (años) vas a estar muy segura de dónde estás, qué es lo que querés, qué es lo que vas a hacer. Que en ese momento no vas a actuar por simple emoción o por simples sentimientos, sino también por razón», explicó.

El intento de Zelaya de cambiar la Constitución y su alianza con el mandatario venezolano Hugo Chávez ha sido muy criticado por el gobierno de facto de Roberto Micheletti, pero ella afirma que ambas medidas trajeron «un beneficio para el pueblo» hondureño.

«Yo creo que él ha cometido muchos de los que se califican ahora como errores y uno de ellos es convocar al pueblo a que participe, que ejerza una democracia participativa. Ese ha sido catalogado como su mayor error, pero yo lo considero como un beneficio para el pueblo», dijo Pichu Zelaya.

Entre los mayores logros de su padre mencionó «el salario mí­nimo (lo subió en un tercio), la matricula gratis, el programa de relocalización de 5 mil familias que viven en extrema pobreza, los bonos tecnológicos, los créditos (a trabajadores), el ALBA», la Alianza Bolivariana para las Américas de Chávez.

«Mire, al presidente Chávez le adjudican tanta cosa, dicen que él está tratando de apoderarse del mundo», expresó. «Nosotros nos unimos al presidente Chávez porque nosotros estábamos sufriendo en ese momento los (altos) precios de los combustibles», justificó.

Pichu admitió que le gusta la polí­tica y dijo que pretende reencauzar al Partido Liberal, la formación de su padre y de Micheletti, que se encuentra fracturado por la crisis, como el resto de la sociedad hondureña.

«A mí­ me encanta la polí­tica, lo más bonito es que es impredecible. Un dí­a se está bien y al dí­a siguiente es terrible lo que está pasando, pero al otro dí­a vuelve la calma otra vez», expresó.

Pichu, quien es militante liberal, dijo que luchará por recuperar el carácter «progresista» del partido, que ahora está dirigido por los «megaconservadores».

«Yo no quisiera abandonar mi partido. Yo creo que necesita y merece una reforma porque ha sido usurpado por los megaconservadores, y necesita y merece un nuevo movimiento juvenil y me encantarí­a poder crear esa nueva generación», expresó.