Hezbolá se prepara para una nueva guerra


Violencia. Lí­bano ha enfrentado serios hechos de violencia provocados por Israel y por movimientos internos.

Con la certeza de que Israel no se quedará con el revés militar sufrido a mediados del año pasado en el Lí­bano, el Hezbolá se prepara para la próxima guerra, con la organización y el secreto que le valieron sus éxitos y su reputación, aseguran expertos y analistas en Beirut.


Desde que se instauró el alto el fuego en agosto de 2006, al cabo de 34 dí­as de combates con el ejército israelí­, la milicia chiita libanesa comenzó a planificar la próxima vuelta, estiman los expertos.

El movimiento chiita «comenzó a fortificar de nuevo sus posiciones y a preparar otras nuevas en cuanto terminó la guerra», dijo Judith Palmer Harik, autor del ensayo «Hezbolá, el nuevo rostro del terrorismo».

«Volvió a armarse. De hecho su abastecimiento en armas nunca se ha interrumpido», precisó.

íšnica milicia libanés autorizada a mantener su arsenal, el Hezbolá, en respeto de la resolución 1701 del Consejo de Seguridad, trasladó la mayor parte de éste lejos de la zona fronteriza con Israel, y trabaja a marcha forzada para instalarse más al norte.

«Abandonaron inmediatamente la zona», explicó un observador militar occidental que pidió mantener el anonimato.

«Tienen posiciones mucho más sólidas en la retaguardia, al norte del rí­o Litani, las que nadie conoce y que fortalecen sin cesar», precisó el militar.

Timur Goksel, que es actualmente profesor en la American University of Beirut (AUB), es uno de los que mejor conoce el sur del Lí­bano, donde estuvo durante 24 años como portavoz de la Fuerza de las Naciones Unidas para el Lí­bano (FINUL).

«Israel no puede dejar de pensar en el Medio Oriente que perdió frente al Hezbolá, una milicia», aseguró.

«Desde 1949, el paí­s vive con la reputación del super-soldado israelí­, sobre la leyenda del ejército judí­o invencible. Ahora tiene que recuperar su crédito», agregó.

«Israel necesitará tiempo para estar listo, pienso que por lo menos dos años… El Hezbolá lo sabe muy bien y se prepara también. A tiempo completo», dijo.

Incluso en la zona fronteriza, en principio patrullada por los cascos azules y el ejército libanés, los preparativos del Hezbolá se multiplican, según los expertos.

Pero nadie puede saber lo que allí­ ocurre pues las zonas y los poblados chiitas son totalmente fieles al Hezbolá.

«Reina en sus filas una férrea disciplina», explica un observador militar. «Sólo se asciende por méritos, la seguridad es draconiana. Es prácticamente imposible infiltrarlos y son extraordinariamente profesionales».

Según el general libanés retirado Wehbé Katicha, la FINUL no sabe nada de lo que pasa en la zona chiita y para el ejército libanés no es fácil averiguar, por falta de efectivos, de material y de vehí­culos.

«El mes pasado, fue confiscado un contenedor de armas (obuses y misiles) destinado al Hezbolá, proveniente de Irán, ví­a Turquí­a y Siria», indicó.

«El Hezbolá es el ejército avanzado de Irán, en contacto con Israel. Si Irán es atacado, todo el mundo sabe que la respuesta comenzará con el Hezbolá», comentó.

Poco después de que terminara la guerra, el jefe del Hezbolá, Hassan Nasralá, afirmó que su arsenal habí­a sido reconstituido, y que contení­a armas nuevas.

«Conociendo su sentido de la organización, pienso que podrí­a tratarse de armas antiaéreas sofisticadas», estimó Judith Palmer Harik.

«El Hezbolá es una mezcla muy lograda de táctica de guerrilla tradicional y de armas de último modelo».

«Desde 1949, el paí­s vive con la reputación del super-soldado israelí­, sobre la leyenda del ejército judí­o invencible. Ahora tiene que recuperar su crédito.»

Timur Goksel, profesor de la American University of Beirut.