María Elena Bergoglio, hermana del papa Francisco, se recuperaba hoy en una clínica en las afueras de Buenos Aires de una crisis de hipertensión y un aumento de la glucosa, sin que su estado revista gravedad.
La hermana de Jorge Bergoglio, de 66 años, ingresó el sábado en una sala de cuidados intensivos de la Clínica Modelo de Morón, localidad situada a 20 kilómetros al oeste de Buenos Aires, «por presentar una crisis hipertensiva», dijo a los periodistas Silvana Gago, directora del nosocomio.
Gago afirmó que la mujer evoluciona de forma «favorable» y se encuentra acompañada por sus familiares. «La señora está en buenas condiciones. Ahora está en una unidad coronaria, haciéndose control de medicación, y esta tarde pasará a sala común», detalló la médica.
Gago dijo que el ánimo de la paciente, madre de dos hijos, es muy bueno y que ésta última no había hablado con el papa.
Poco antes, Pablo Narvaja, sobrino de la paciente, dijo a radio Rivadavia que su tía «tuvo un pico de glucosa». «Pero ahora está mucho mejor, está estable, está haciéndose otros chequeos generales», agregó.
«Eso fue una consecuencia de un tema más sistémico, como el aumento de la glucosa, pero no tiene compromiso cardiorrespiratorio; el corazón está bien, los pulmones también y las primeras manifestaciones están retrocediendo», afirmó Narvaja, quien es hijo de Marta Regina Bergoglio, la otra hermana del pontífice.
María Elena Bergoglio es la única familiar directa con vida del pontífice, de 76 años, debido a que los otros tres hermanos del papa -Alberto, Oscar y Marta Regina- han fallecido.
Narvaja dijo que quiso aclarar el estado de salud de su tía ante la preocupación de los medios y para que no haya malos entendidos. «Es una cuestión más bien familiar y personal y lo que necesita es un poco de tranquilidad», afirmó.
También indicó al canal Todo Noticias que el Vaticano sigue «de forma normal» el estado de salud de su tía ya que «la elevación de presión y de glucosa no son nuevos». Asimismo expresó su esperanza de «que en pocos días» la paciente pueda «volver a casa» ya que «está lúcida y de buen humor».
El papa Francisco y su hermana no han podido encontrarse desde el nombramiento de aquel como pontífice, ya que ni él viajó a Argentina ni ella se trasladó a Roma.