Es la opresión en la que hemos vivido por tantos años en Guatemala. El abuso del poder seduce y aniquila cualquier sistema. Prueba de ello ha sido la caída de gobiernos dictatoriales, donde la conjunción de los tres poderes encontró amalgama perfecta de ilegalidad. No es de extrañar, que la sociedad que conforma, la administración gubernamental se halle mezclada en cualquier acto de arbitrariedad, en perjuicio del pueblo.
Lejos, muy lejos, de obtener resultados favorables para el resto de los mortales, que no formamos parte de la élite despótica, de los círculos íntimos que estrangulan la libertad del pensamiento, el respeto a la vida y a la propiedad privada, hemos sido sometidos dentro de esta vorágine, en la que no encontramos la salida.
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Así como ellos se unieron para delinquir, nosotros el resto del pueblo, unamos nuestras voluntades para impedir que Sandra Torres, ejerza el poder absoluto, sin haber sido propuesta ni electa para ningún cargo dentro de la actual administración.