Hechizos de amor


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La gente busca el amor de pareja de distintas maneras, algunos con devoción, otros con desesperación y habrá quienes con tranquilidad. Lo cierto es que en el mundo muchas personas desean encontrar a ese alguien con quien compartir sus vidas. Pero, mientras con más desesperación se encuentren en esta tarea, más difí­cil es que lleguen a encontrar un buen fortunio.

Dra. Ana Cristina Morales

 


Existe un dicho: “casamiento y mortaja del cielo bajan”, el que implica que estas situaciones son fortuitas, que no se puede establecer un plan especí­fico para este tipo de acontecimientos. Esta perseguidora por no tener pareja se hace cruel cuando la persona no suele disfrutar de su propia compañí­a, de su autorrealización personal, de su contacto con otras personas, no acciona un sentido de vida y sus nexos con su parte espiritual son laxos.

Para este plan de búsqueda recurren a la oración, a poner al santo de cabeza, a los hechizos de amor, a ir de caza a cualquier acontecimiento, por triste o alegre que pueda ser. Se consulta a la cartomancia, a la quiromancia, se consume cada producto que dice poseer propiedades atractivas para la otra persona. En esto se gastan: tiempo, dinero, energí­as y oportunidades, la gente vive verdaderos aprietos en este vaivén.

En la actualidad por supuesto que con las ví­as de comunicación masivas y rápidas como la internet. Esta se convierte en otro instrumento para alivianar el dolor que genera, esa necesidad de no querer estar en soledad. No digo, ni es de mi interés decir, que lo que se hace sea bueno o malo. Solamente reflexiono que esto de no tener pareja, parece provocar sufrimiento a muchas personas y ante ello, muchas veces pueden llegar a ser ví­ctimas de fraudes, o de propaganda que lo que pretende es que existan más consumidores.

Tampoco es que crea que la gente deba estar sola, pero que si esa es la situación, podrí­a dejar de vivirla con sufrimiento y aprender a estar consigo misma y disfrutar también de su propia compañí­a. Al estar ante la desesperación por esta situación, lo que realmente pasa es que lo deseado se aleje aún más.  Se cierran las oportunidades, porque nadie desea ser devorado.
Alguna otra gente se enoja con la existencia, con los parientes y amigos y aún con Dios. Porque les culpan de haber entorpecido el momento propicio del suceso que tanto desean. Pero, cuando luchan con tanta tenacidad y logran su cometido, tal vez alguna vez se arrepientan y se digan a sí­ mismos: “Más vale solos que mal acompañados”

En realidad tener pareja puede llegar a ser algo muy agradable, pero a veces desafortunado. Dentro de una relación grata de pareja, se establece un acompañamiento en la vida, un compartir, un disfrute en común en la asociación entre dos personas, existe un sentimiento de amor, solidaridad, disfrute por la autorrealización personal de la persona que se ama. Así­ como se sufre por el dolor de ésta. Los pensamientos al ser o no verbalizados la mayor parte de veces conducen al entendimiento entre dos, existe respeto recí­proco y lealtad. Y no podemos pasar en alto, el que tenemos una persona para compartir nuestra sexualidad. De los infortunios de pareja no nos queda mucho que decir, ya que de estos, cada vez, se tienen más conocimientos. Sabemos que muchos de ellos pueden llegar a conducirnos a nuestra muerte fí­sica o psí­quica.

Así­ que quien ande en búsqueda de una pareja, tome nota de aprender a disfrutar de su propia compañí­a y mientras tanto, se encontrará con una mejor apertura para que esta situación se propicie. No hay hechizo que valga más, que el sentirnos bien con nosotros mismos y con el mundo que nos circunscribe.