De acuerdo con Orlando Blanco, secretario de la Paz, la idea de incluir versiones actualizadas de los enfrentamientos armados en Guatemala y el mundo obedece al objetivo de fomentar la tolerancia y aceptación entre las nuevas generaciones.
lahora@lahora.com.gt
Según el funcionario, «no es una idea arbitraria» y por el contrario considera que es importante reconocer los errores del pasado para no cometerlos en el futuro.
Pese a que la idea parece sencilla, el Gobierno se enfrentará al dilema del «oficialismo» dentro de la historia, que se contrapone a las tesis revisionistas, tanto del Holocausto Judío como del Conflicto Armado Interno en Guatemala.
En opinión de Aníbal Molina, de la Asociación de Amigos de Israel, disminuir el sufrimiento del pueblo judío por la represión nazi es una forma de ocultar los hechos, por tanto sería erróneo malinformar a los estudiantes con las teorías que niegan el «Shoah».
Los informes oficiales del Holocausto revelan que seis millones de judíos fueron asesinados o desaparecidos por las políticas de exterminio alemanas durante la Segunda Guerra Mundial, no obstante se han publicado tesis que sostienen que el número de víctimas fue menor y niegan la existencia de campos de concentración del gobierno nazi.
Blanco considera que los informes oficiales se encuentran debidamente sustentados, por lo que deberían ser contemplados para los programas de la educación estatal.
Con relación a la situación del conflicto armado en Guatemala, Blanco opina que se debe restar importancia a las tesis revisionistas y se debe reconocer como reales los informes de la Comisión para el Esclarecimiento Histórico, que dan cuenta de un número superior de 200 mil victimas de asesinato o desaparición forzada.
Polonia, Alemania e Israel son países que implementan una restrictiva política sobre el tratamiento de la información del Holocausto, al punto que negar o disminuir su impacto es considerado como una seria falta a la ley.
En Guatemala se pretende incluir los temas sensibles relacionados a la política e historia en el pénsum de estudios, y según las versiones de altos funcionarios de Estado, los informes oficiales serán los únicos aceptados para la enseñanza pública.