Ayer un lector de La Hora, don Víctor Augusto Aquino, me envió un correo electrónico sobre el tema de la gripe porcina y me ilustraba sobre una publicación contenida en la siguiente página web: http://www.dsalud.com/numero82_1.htm relacionada con la empresa Gilead Sciences que fue la encargada de desarrollar el antiviral Tamiflu que es el reputado como medicamento eficaz para combatir los efectos de las gripes virales.
ocmarroq@lahora.com.gt
El artículo publicado en esa página de Internet está relacionado con la gripe aviar, pero obviamente el tema tiene íntima relación con lo que ahora estamos presenciando con la llamada gripe porcina. Me cuesta creer que la Organización Mundial de la Salud se preste a una patraña para beneficiar a una empresa, aunque no me cabe la menor duda de que, como lo relata la información, el gobierno anterior de Estados Unidos haya manipulado datos para beneficiar un negocio de Donald Rumsfeld, antiguo Secretario de Defensa de Bush. Halliburton es una prueba de hasta dónde estuvo dispuesto ese gobierno a llegar con tal de beneficiar a sus achichincles, destacando entre ellos los íntimos Rumsfeld y Chenney.
El documento cuyo link me envió el señor Aquino me inquietó para buscar alguna información y encontré, entre otras cosas, que el Centro para Control de Enfermedades de Estados Unidos reporta que anualmente en Estados Unidos se dan alrededor de 200 mil casos de gripe que demandan hospitalización del paciente y que en promedio anualmente mueren alrededor de 36, mil personas. Suponiendo que todo el año fuera igual en cuanto a la incidencia de gripe, estaríamos hablando de más de cien muertes diarias en Estados Unidos, un país desarrollado y con medicina de punta, causadas por el virus normal de la gripe. Pero el mismo CDC afirma que la época crítica para la gripe es la cercana al invierno y por ello señalan que la incidencia es mucho más alta en los meses comprendidos de noviembre a marzo de cada año.
Obviamente el tema es interesante para el debate y el análisis, aunque me parece que sería irresponsable suponer que todo es una trama urdida por los intereses comerciales de un grupo de empresarios que tratan de lucrar con la venta de un antiviral como el Tamiflu que produce bajo licencia la empresa Roche que paga dividendos por cada dosis vendida a los que tienen la patente del medicamento. Y repito que siempre he considerado de enorme importancia el trabajo que realiza la Organización Mundial de la Salud y su brazo regional que es la Organización Panamericana de la Salud, pero me parece importante conocer este tipo de informaciones que permiten conocer otros ángulos de la realidad.
Ayer mismo en el diario mexicano La Jornada fue publicado un artículo de la periodista Silvia Ribeiro en el que habla de la epidemia de lucro y se refiere tanto a la industria porcina como a la industria médica y a las dos empresas que producen los antivirales recomendados para atacar esta pandemia, destacando cuánto ganaron las acciones de las farmacéuticas Roche y Glaxo, además de las de Gilead. Lo más probable, pienso yo, es que la gripe porcina sea realmente una nueva forma de mal que, como dice la OMS, alcanza proporciones pandémicas, pero obviamente siempre hay quienes sacan raja a estas situaciones que afectan a la humanidad.
De todos modos saber cómo opera el negocio de la medicina y el lucro que produce la investigación médica es importante. Lo que falta por ver es si realmente es una pandemia como para provocar el pánico mundial o si es otro caso estadísticamente comparable al de la gripe aviar.