Hay escaso control para que menores no consuman alcohol


El problema del alcoholismo afecta a un gran número de jóvenes guatemaltecos y se ve reflejado en el poco control de acceso y venta de licor por parte de las autoridades.

Decenas de jóvenes y adolescentes son puestos a disposición de juez cada semana por consumir alcohol adquirido en lugares prohibidos; especialistas señalan poco control y mí­nimas sanciones para los recintos que incurren en ese hecho.

Gerson Ortiz
lahora@lahora.com.gt

Operativos efectuados el fin de semana por la Policí­a Nacional Civil, Ministerio Público (MP) y Procuradurí­a General de la Nación (PGN) reportaron a 43 jóvenes y adolescentes que consumí­an licor en lugares con prohibición de ingreso para menores de 18 años.

Cada fin de semana un número similar de casos es remitido a los juzgados de la niñez y la adolescencia por parte de la PGN.

Las zonas 1, 9 y 10 son las que reportan mayor consumo de alcohol, tanto en jóvenes como en adultos cada fin de semana.

Caso

Abraham Bacca, portavoz de la PGN, indicó que los jóvenes y adolescentes fueron puestos a disposición de los juzgados competentes y que la entidad legal del Estado «sigue acción civil para resarcir el daño causado a los jóvenes, y acción penal contra dueños de bares, cantinas y discotecas que sean sorprendidos vendiendo alcohol a menores de edad».

Sin embargo, la PGN aún no tiene el reporte de este año sobre el número de procesos iniciados contra empresas que venden licor ilí­citamente.

Bacca refiere que en el último operativo, el mayor número de menores fueron encontrados en un negocio denominado: Fonda Don Tuca, ubicado en 13 avenida, 0-66 de La Florida, zona 19; donde localizaron a 24 menores.

Sanciones

Byron Alvarado, director del Movimiento Social por la Niñez y la Adolescencia, refiere que el problema del alcoholismo en los jóvenes abarca dos aspectos: el social y el penal.

Alvarado explicó que a nivel social, ese fenómeno agrava la desintegración familiar: «La pérdida de control sobre los jóvenes, adolescentes y niños hace que estos se interesen a tempranas edades por el consumo de licor», indicó.

El analista considera que en esas faltas está inmerso el aspecto económico, a través de la evasión de impuestos: «Los adolescentes no piden facturas, no declaran impuestos y esta gente se aprovecha de eso», opinó.

Alvarado agregó que es necesario «endurecer las medidas contra estos expendios» ya que actualmente están reguladas las prohibiciones, pero no con sanciones: «Prohí­ben fumar en lugares públicos, pero no tiene ninguna coerción o multa. Es una prohibición tácita de venta de licor o bebidas embriagantes», declaró.

VULNERABLES


Según la Secretarí­a Ejecutiva de Comisión Contra las Adicciones y Tráfico Ilí­cito de Drogas, en Guatemala los adolescentes comienzan a consumir cigarros y alcohol a los 12 y 13 años, posteriormente pasan a consumir drogas como cocaí­na y marihuana.

Un estudio de esa entidad refiere que de cada cien adolescentes, 52 han bebido alcohol, 44 han fumado tabaco, al menos 1 niño ha usado crack, 2 han consumido inhalantes o cocaí­na, 4 han fumado marihuana, 8 han probado estimulantes y 18 han usado tranquilizantes.